Igualdad, un término que continuamente escuchamos en los centros y en las leyes educativas. ¿Pero, cómo vamos a favorecer la igualdad si ni siquiera existe en nuestra prueba de acceso? Recuerdo que la igualdad consiste en dar las mismas oportunidades sin favorecer a ninguna parte. Y ahora bien, ¿ustedes creen que este baremo es igualitario? La respuesta es evidente.

No es justo que se proponga un cambio tan drástico a unos meses del examen de oposición siendo que ha habido 3 años para hacerlo. Durante estos 3 años, a pesar de haberse prolongado uno, cogimos fuerza para aprovecharlos como una oportunidad de aumentar nuestros puntos y de seguir formándonos y preparándonos. Eso involucra muchas horas y mucho dinero dedicado a idiomas, másteres, grados y preparadores. Y ahora, de la noche a la mañana, toda la esperanza e ilusión por conseguir la plaza desaparecen. Y yo me pregunto, ¿quién nos va a devolver el dinero y lo más importante, el tiempo invertido? La repuesta es de nuevo evidente.

Para poner un caso más concreto, os voy a dar el mío. Este año 2022 tendría de nota en el concurso de méritos, un 8,5/10 mientras que con la nueva modificación me quedo con un 4/10. ¿Cómo voy a seguir luchando cuando toda la dedicación ha sido en vano? No somos números, tenemos familia, amigos y nos tenemos a nosotros mismos. Nos estamos jugando nuestro futuro. No es legítimo cambiar de estas formas las normas a escasos meses.

¿Lo peor? Que esto no queda aquí. Durante esos 3 años, nos hemos estado preparando con mucho esfuerzo la parte práctica y la programación, ambas partes que son fantasmas en la propuesta planteada. ¿Por qué? Tristemente la respuesta es de nuevo evidente. Se establece una prueba con dos partes: 25 temas y una unidad didáctica, las cuales son fácilmente asequibles. Asimismo, pasan a ser no eliminatorias. De este modo, las personas que llevan más años hacen media con sus méritos y… ¡tachán!, aumenta desmesuradamente la posibilidad de conseguir plaza. Pero, ¿qué pasa con tos los que no contamos con tantos años de experiencia? ¿Somos menos válidos? Si, a esa igualdad es a la que me refería. Además, creo que todos somos conscientes de que saberse 25 temas, no valora tu capacidad como docente, simplemente está valorando tu capacidad de memorización. Eso que continuamente intentamos evitar en nuestras aulas.

Y ¿ahora qué? Esperar y esperar a que decidan por nosotros sin saber qué partes tendrá la oposición, ni qué méritos contarán. Esperar y esperar y dejar ese tiempo sin valor pasar. Qué pena y qué desesperación.

Esto no es una batalla entre los que llevan más años y los que llevamos menos. Esto es una reivindicación por los derechos de unos opositores con esperanzas puestas en conseguir nuestra merecida plaza.

No somos marionetas, somos personas.

Rogamos que se nos tenga en consideración.