El Periódico de Aragón

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Firma invitada

Marco Antonio Navarro

Comisionista, profesión de riesgo

Pónganse en situación. Marzo de 2020, el coronavirus para el país, por no decir el mundo entero. No se conocía algo así desde la gripe de 1918 a 1920 que mató a cuarenta millones de personas en todo el mundo.

El ciudadano medio, acojonado, como este servidor, pensando que aparte de que iba a morir, no sabía si podría mantener a su familia porque se paraba el mundo, y por ende los ingresos familiares.

Por parte de los organismos se articulan procedimientos de urgencia para la compra de mascarillas, guantes, gel sanitario, porque no había.

Y ahí entran los comisionistas. Llamadas de amigos de amigos para la firma de contratos, que su única función es que empresas extranjeras traigan sus productos a España. No tocan el producto, no lo conocen de hecho, pero lo consiguen. Tienen las teclas necesarias para poner en contacto unos y otros.

El problema no es ese tráfico de influencias, sino que se inflaron los precios para dar una comisión de millones de euros.

Fiscalía Anticorrupción, con buen criterio, interpone querella para esclarecer los hechos.

El dinero llama al dinero como se suele decir, pero en la vida hay que comprar momentos no cosas.

Una persona media en toda su vida puede ganar lo que se ganó con ese tipo de contratos solo por tocar las teclas necesarias de tu móvil, desde casa.

El juzgado de instrucción determinará si todo eso es delictivo o no, pero cobrar millones de euros por eso, lo que tengo claro que es vergonzoso.

Otro claro ejemplo de que el sistema no funciona.

A mis hijos siempre les digo (son pequeños), que su objetivo en la vida ahora mismo son dos: Estudiar, y ser buenas personas.

Cuando sacan buena nota en un examen siempre me lo dicen, o cuando realizan actos de buena persona veo cómo me lo cuentan con orgullo de que papá les va a reconocer su hecho.

Esa es la clave de la vida, intentar dejar en este mundo huella con tu forma de ser.

Ya lo decía Cicerón: «Cuando pasan los años y se aproxima el fin, la virtud, la conciencia de una vida honrada y el recuerdo de las buenas obras continúan dándonos frutos maravillosos y numerosas satisfacciones».

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