Hablamos con frecuencia de los problemas de las gasolinas, la electricidad, y en general de la energía. Lo hacemos por el cambio climático, porque cuestan muchísimo y porque son recursos finitos que un día se acabarán. En realidad, a nosotros ya se nos han acabado porque nunca los tuvimos. El 75% de la energía primaria española es importada y sirve para financiar a Putin o para pagar las comisiones de Piqué y Rubiales. Cualquier política energética sensata en España tendría que tener por objetivo reducir ese 75%, idealmente a 0. Cambiando de tema les contaré que tengo un amigo goloso que a la hora del almuerzo suele ir a la pastelería para comprar una palmera de chocolate. A veces, en esa pastelería la segunda palmera tiene un 50% de descuento. ¿Saben lo que suele ocurrir cuando hay descuento? Que mi amigo sale con dos palmeras y me dice: «La segunda es para merendar». Los precios modulan nuestros comportamientos. Es la base de la economía de mercado.
Los precios modulan nuestros comportamientos. Es la base de la economía de mercado
El gobierno aprobó rebajar en 20 céntimos el precio de los combustibles por la fuerte subida que han tenido. Es una medida que comprendo políticamente, puesto que Vox estaba intentando provocar una suerte de chalecos amarillos para desestabilizar a España y ayudar a su amigo Putin. Sin embargo, tanto económica como estratégicamente es un error absoluto. Deberíamos tender a reducir el consumo de combustibles. Si bajamos su precio, favorecemos que la gente consuma más, exactamente igual que mi amigo con las palmeras.
1.500 millones de euros hasta junio
Esta rebaja de 20 céntimos va a costarle al Estado unos 1.500 millones de euros hasta junio. ¿Es ese el mejor uso que le podemos dar a ese dinero de cara a solucionar nuestros problemas energéticos? Por 10.000 euros hay empresas que instalan 10kW de placas solares. Nos daría para 150.000 instalaciones como esa. Me atrevo a decir que prácticamente se podría poner una instalación en cada edificio público de España. Y se produciría más energía que en la térmica de Andorra. Esta energía podría usarse para bajar la factura de la luz. Además, esos millones generarían puestos de trabajo y beneficios aquí, y no en Arabia. Hace 30 años que se inauguró la primera línea de AVE. Hoy media España tiene AVE. Si nos ponemos quizá dentro de 20 años seamos autosuficientes energéticamente. El cortoplacismo nos lleva a la dependencia, pensemos a largo.