Tras 647 días, lo único que sabemos en el momento de escribir esto es que el conflicto laboral de Avanza se agrava. Los diversos actores están haciendo declaraciones y pidiendo reuniones, queriendo hacernos ver que tienen interés en resolverlo. Pero estas declaraciones y peticiones de reunión ya las hemos visto antes, y siempre han terminado defraudando las esperanzas que los zaragozanos poníamos en ellas. Así que, ateniéndonos a la actualidad, solo podemos decir que el conflicto se agrava.

Durante 647 días, el conflicto de los autobuses urbanos deteriora la vida de los habitantes de Zaragoza. Un deterioro que se ha graduado en el tiempo con una intención inexplicable. Cualquiera con experiencia en estos temas sabe que existe un límite para poder mantener la tensión en una negociación laboral. Este límite tiene que ver con la capacidad de las partes en asumir los daños que se le producen. Y en cualquier negociación seria, nadie quiere llegar al punto de que el daño sea irreparable. Por lo tanto, hemos de deducir que ni la propiedad ni la plantilla de Avanza están sufriendo un daño tal que los lleve a cerrar el conflicto.

En estos 647 días los únicos que estamos sufriendo un daño, en algunos casos irreparable, y en casi todos graves, somos los habitantes de la ciudad. Debemos renunciar a nuestro descanso para poder llegar a tiempo a nuestros trabajos, estudios, centros sanitarios, etc. Debemos soportar esperas interminables para ver cómo los autobuses pasan de largo en nuestra parada. Nadie nos tiene en cuenta, somos los rehenes de las dos partes. No estamos sentados en la mesa de negociación, pero somos nosotros, los paganos –que decimos en Aragón–, los que acabaremos pagando la fiesta. Por eso se nos hace daño, porque se busca nuestro límite de aguante. Ambas partes han estado cómodas durante la mayor parte de este conflicto, dañando nuestro transporte público de poco en poco, a dosis crecientes, buscando el momento en el que no aguantemos más y … paguemos.

A los 647 días de conflicto, los habitantes de Zaragoza debemos poner fin a esta situación. Está en peligro nuestro dinero, pero también nuestra salud, nuestra capacidad para acudir a nuestros trabajos, centros educativos, centros comerciales, etc. No elegimos al alcalde Azcón para que diga que no se puede, lo elegimos para que nos defienda de intentos tan burdos de perjudicar a la ciudad y a sus ciudadanos. UCARAGÓN ha propuesto a los grupos municipales la apertura de un expediente de resolución del contrato con Avanza. Y lo hemos argumentado con referencias legales publicadas en el BOE. No podemos aceptar una respuesta genérica, como que no es posible por razones jurídicas que no se exponen. Razones que tampoco se nos dieron en la reunión con el grupo del PP.

El gobierno de la ciudad acaba de presentar un proyecto de proyección exterior de la ciudad. La Unión de Consumidores de Aragón participó en su redacción. Y algo que ya dijimos entonces, y se está demostrando ahora, era que no podemos alardear de disfrutar de una buena movilidad mientras tengamos una empresa gestionando nuestros autobuses que impide que durante 635 días Zaragoza pueda utilizarlos adecuadamente.

647 y siguiendo.