Excelentísimas e Ilustrísimas autoridades civiles y militares, señoras y señores, buenas noches.
En nombre de los que han formado y formamos hoy en las filas de la Unidad Militar de Emergencias, les transmito nuestro más sincero agradecimiento por la concesión de este prestigioso galardón.
Aunque para cualquier militar le resulta suficiente reconocimiento la íntima satisfacción del deber cumplido, constituye un PRIVILEGIO y una SATISFACCIÓN con mayúsculas que se reconozca, por parte de la sociedad aragonesa el trabajo del personal de la Unidad Militar de Emergencias con un premio de tanta notoriedad. De esta forma somos conocedores de que la labor realizada es apreciada y distinguida.
La categoría de Valores Humanos
Este premio, en la categoría de Valores Humanos, nos sirve como un estímulo y una motivación para poder seguir hacia adelante y mirar al futuro con mucha ilusión y esperanza.
Valores como los que se encuentran recogidos en nuestro IDEARIO y que recitamos a diario en la primera formación de la mañana: EL ESPÍRITU DE EQUIPO, EL VALOR, LA PERSEVERANCIA, LA HUMILDAD, EL COMPAÑERISMO, EL AMOR A LA VIDA… entre otros, y que compartimos lógicamente con la sociedad a la que servimos con tanto orgullo y de la que recibimos tantas muestras de cariño.
Valores que también compartimos con nuestras familias, las que sufren más de cerca nuestra profesión y nuestra irrenunciable vocación de servicio. Este reconocimiento también es para todos ellos.
A diario recitamos nuestro ideario en la primera formación de la mañana: el espíritu de equipo, el valor, la perseverancia, la humildad, el compañerismo, el amor a la vida... entre otros
Y por supuesto, valores que compartimos con los medios de comunicación y, más concretamente con los periodistas, los cuales, cada día más adquieren una mayor trascendencia y asumen una mayor responsabilidad social durante las grandes emergencias en las que compartimos trabajo y vivencias.
LA MILICIA y EL PERIODISMO nacen de una misma vocación de servicio público para la que es necesario sacrificar, en muchos casos, el bienestar personal en aras de nuestra misión.
Ambos somos conscientes de que en una EMERGENCIA, los protagonistas no somos nosotros, sino nuestros queridos ciudadanos por los que los periodistas y los militares estamos dispuestos a sacrificar tantas cosas.
Valores que compartimos con los periodistas, los cuales, cada día más, adquieren una mayor trascendencia y asumen una mayor responsabilidad social durante las grandes emergencias en las que compartimos trabajo y vivencias.
Me gustaría hacer mención y compartir este reconocimiento con todos aquellos que conforman el mundo de las emergencias. Nuestro mérito y reconocimiento de hoy, sin duda reside en la participación decidida, la estrecha colaboración, en la excelente coordinación, en el entendimiento y buen hacer común que se despliega en la resolución de las emergencias.
El derroche de entrega y esfuerzo, puesto a disposición de nuestros conciudadanos no tiene límite cuando sumamos todos, demostrándonos que trabajando juntos y uniendo nuestros empeños en un objetivo común somos más fuertes y más eficaces.
No quisiera finalizar mis palabras sin antes felicitar al resto de galardonados. Para nosotros es un tremendo orgullo compartir estos premios con todos ustedes.
Y reiterando nuevamente nuestro agradecimiento al Periódico de Aragón, a sus lectores y a toda la sociedad aragonesa por este galardón.
Muchísimas gracias.
