El Periódico de Aragón

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La opinión de Sergio Pérez

Cristian Álvarez, Pelé y el cariño de todo un pueblo

Cristian Álvarez aplaude a la grada tras la victoria contra el Villarreal B. ÁNGEL DE CASTRO

Cristian Álvarez es capaz de protagonizar ocho paradas extraordinarias en un mismo partido, como recientemente hizo en Santander contra el Racing para evitar no la derrota, pero sí una humillación que hubiera hecho un daño deportivo y anímico terrible. Al cabo de unos días, Cristian Álvarez es capaz de volver a hacerse gigante bajo palos, felino, todo reflejos, excelente en la interpretación de los espacios y en la capacidad para reducir la perspectiva de tiro de los delanteros cerca de la línea de gol y, así, evitar un susto mayor al que el Villarreal B metió en el cuerpo de un Real Zaragoza que había fallado ocasiones por encima de lo aconsejable y jugueteaba con el riesgo.

Cristian Álvarez ha sido capaz de ser el protagonista de una y cien tardes de gloria en estos siete años debajo de la Puerta del Carmen, ahora ya como capitán más cerca de los treinta y diez que de aquella tardía juventud de cuando llegó al club en el verano de 2017. Cristian Álvarez ha dejado al aficionado con la boca abierta muchas veces, en su currículum figura una larga lista de partidos para el recuerdo y ha sido capaz hasta de marcar un gol, al Lugo en la temporada 20-21 al rematar con el alma una falta sacada por Bermejo en el minuto 97, un punto más cerca de otra agónica permanencia, ese gen del sufrimiento que ya ha incorporado a su ADN.

Cristian Álvarez también ha fallado, como no podía ser de otra manera en un ser con esa condición tan humana. Cerca de cumplir los 37 años, todo un hombre en un fútbol de niños, el guardameta argentino acaba de renovar hasta 2024. Hoy es un zaragocista más y, sobre todo, un ídolo que se ha ganado su condición con toda justicia gracias a un magnífico desempeño profesional y a un comportamiento personal sereno, templado, responsable y maduro. Su estado de forma actual es, otra vez, notable.

El debate de si está entre los mejores guardametas de la historia del Real Zaragoza está en la calle, a pesar de que solo ha jugado en Segunda, donde los delanteros disparan con unas balas muy diferentes a las de Primera. No hay duda: está entre los grandes arqueros de siempre del club. A Cristian se le ha resistido el ascenso, aunque lo ha visualizado en un par de ocasiones. Que recuerde lo que repetía Pelé: cuanto más difícil, mayor será la sensación de victoria. Ese es el hito deportivo que busca, que persigue, que sueña y que le falta por saborear al argentino en esta etapa de su vida. Aunque verdaderamente su gran triunfo ya lo ha conseguido: haberse ganado el respeto, la devoción y el cariño de todo un pueblo.

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