Quedan 76 días para el Domingo de Ramos más incierto de la reciente historia. No por la lluvia, que es pronto saber qué cielo habrá ese día, sino por cómo estará la situación epidemiológica del covid en Aragón. De ella dependerá de que las procesiones vuelvan a las calles, después de dos años con una Semana Santa de interiores. La esperanza no la pierde el mundo cofrade y desde este fin de semana ya están ensayando las secciones de instrumentos de las 25 cofradías que componen una Pasión, la de Zaragoza, que está declarada de Interés Turístico Internacional.

El Ayuntamiento de Zaragoza autorizó a las cofradías hasta 26 espacios en los que poder ir a practicar, principalmente parques y zonas junto a la ribera del Ebro. El permiso es hasta el 10 de abril. 

Este fin de semana es el primero de muchos. Había ganas, reconoce el mundo cofrade zaragozano que ha estado todo este tiempo sin poder tocar tambores, bombos, timbales, carracas, matracas o cornetas por el covid-19. También hay nervios por «haber perdido la práctica». 

Hermanos de la Siete Palabras entrenan con la peana del Cristo de Miñarro. Javier Belver

La imagen de los ensayos es muy diferente a la de antes de la pandemia. La mascarilla es obligatoria, así como la distancia. A las restricciones propias del coronavirus hay que añadir la del nivel sonoro, que no puede superar los 90 decibelios, medidos a cinco metros de distancia del foco sonoro. Además, la disposición de las cuadrillas tampoco deberá interrumpir o entorpecer gravemente el tránsito peatonal.

Aunque los días y horarios de ensayos son amplios, siempre hay una interrupción entre las 14.00 y las 16.30 horas, y en ningún caso pueden tocar más allá de las 21.00 horas. Pero no solo comenzaron a ensayar este fin de semana las secciones de instrumentos de las hermandades, sino también los hermanos portadores de pasos como los de las Siete Palabras que ayer sorprendieron a muchos al verlos andar, paso al hombro, con la estructura que el Viernes Santo soporta el Cristo de la Séptima Palabra que gubiara el imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro. Pronto harán lo propio La Humildad y La Eucaristía con sus ensayos de costaleros. 

Ensayo de La Humildad en las tapias del cementerio.

Todavía quedan días para abril, pero el calendario apremia y pronto llegará la tradicional presentación del cartel de la Semana Santa por parte del Ayuntamiento de Zaragoza con la Junta de Cofradías. Suele ser una fotografía de la Semana Santa anterior, si bien, en esta ocasión, será muy difícil que pueda representarse de esta forma. 

A esta actividad ya se añade la de las tiendas que confeccionan los hábitos y capirotes que también están recibiendo encargos, aunque con cuenta gotas por la incertidumbre de si habrá o no procesiones en Semana Santa.