El último ha sido Matt Damon, de quien el Todo Hollywood asegura que se ha comprometido con su última novia, Odessa Whitmire.

Sin embargo, los esquemas los rompió su amigo Ben Affleck, soltero de oro y hombre más sexy del mundo, según la revista People. El actor no sólo se arrodilló para pedir la mano de Jennifer López, sino que también ha aceptado un acuerdo prenupcial que le exige y controla la actividad sexual, y ha regalado a su futura suegra con un Mercedes.

CROWE DICE "SI" Cansado de correrías, Russell Crowe, otro conquistador nato que parecía alérgico al altar, acaba de anunciar su próxima boda con Danielle Spencer, un amor de juventud. Así que cuando se elabore la próxima lista de platos disponibles, se van a producir necesariamente relevos en el hit parade de la soltería.

Algunos ya se han casado, como Benjamin Bratt, que se recuperó enseguida de la ruptura con Julia Roberts y dijo "sí" a Talisa Soto ). Y otros parecen estar en capilla, como Ed Burns (que no se separa de la modelo Christy Turlington ) y el golfista Tiger Woods.

Entre los que se resisten a alcanzar compromisos, el más emblemático es George Clooney (que sigue seduciendo y argumentando que no tiene tiempo para pensar en bodas), aunque tampoco baja las defensas Benicio del Toro. Los dos actores siguen los pasos de gurús de la soltería como Jack Nicholson y Al Pacino.

CARTEL DE LIBRE Algunos se han librado por los pelos y han vuelto a poner el cartel de libre, como Justin Timberlake, tras su separación de Britney Spears, y Leonardo DiCaprio, que ha puesto distancia con Gisele Bundchen.

Algunos divorciados tienen todos los números para seguir entre los solteros de oro, como Dennis Quaid, que sigue reconfortándose --pero sin promesas-- de la traición de Meg Ryan, y Tom Cruise, que no acaba de definir su relación con Penélope Cruz. Esa indefinición es la que rodea la relación de Enrique Iglesias y la tenista Anna Kurnikova, pese a sus escandalosas noches de pasión en hoteles.

Y, completando la lista de vocalistas latinos, aguantan el tipo Ricky Martin, inexpugnable a los cantos de sirenas, y Luis Miguel, que a punto estuvo de sucumbir del todo en brazos de Mariah Carey.