Los hermanos Alejandro y Juan Díaz Ortega, de 4 y 6 años, y su joven tío minusválido, Amancio Ortega Medina, de 21 años, murieron ayer en un incendio en el piso en el que se encontraban en la localidad de Vélez-Málaga. El abuelo de los niños y padre del discapacitado, bombero de profesión, encontró los cuerpos cuando acudió a sofocar las llamas.

El incendio causó además heridas a 13 personas por intoxicaciones y quemaduras. Entre los lesionados se encontraba la tía abuela de los niños, de 81 años, que anoche permanecía ingresada en el Hospital Comarcal de La Axarquía en estado crítico por las graves quemaduras que le afectaron al 40% del cuerpo. La madre de los niños fallecidos resultó afectada por el humo, aunque su pronóstico era leve.

Pero el drama familiar no sólo queda en la pérdida de la vida de estas tres personas. El abuelo de los hermanos fallecidos y padre del minusválido formaba parte del retén de bomberos que acudió a sofocar el fuego al céntrico edificio San Antonio, en la calle de Pablo Picasso, sin saber que los hallaría muertos. Además de resultar intoxicado por el humo, recibió asistencia médica al sufrir una crisis de ansiedad.

Los menores habían acudido junto a su madre a visitar a la tía abuela y al tío de ambos, hermano de la madre, que se desplazaba en silla de ruedas, cuando, sobre las cuatro de la tarde, se produjo un fallo eléctrico, cuyo origen está siendo investigado por la policía judicial. La avería, que podría haber sido causada por un calefactor, provocó las llamas, que se propagaron con rapidez.

HOSPITAL DE CAMPAÑA Según explicó un portavoz de los servicios sanitarios, prácticamente tuvieron que habilitar un hospital de campaña frente al bloque de pisos debido a los numerosos afectados.