Buena parte de las visitas que los servicios de urgencia de los hospitales atienden estos días las protagonizan enfermos crónicos que han interrumpido su rutina alimenticia durante las fiestas navideñas y sufren mareos, descompensación de los niveles de glucosa o una hipertensión fuera de norma.

En muchos casos, explican los responsables sanitarios, se trata de ancianos sujetos a dietas estrictas el resto del año. Como norma general, los médicos proponen dar paseos antes o después de las principales comidas, o saltarse alguna cena.