La Guardia Civil mantiene abiertas varias vías de investigación para tratar de esclarecer la muerte de una niña de 12 años cuyo cuerpo fue hallado la madrugada del sábado con signos de violencia en una pista forestal del municipio de Teo, en las cercanías de Santiago de Compostela. Fuentes próximas a la investigación aseguraron que el cuerpo de la menor --una niña adoptada de origen chino-- presentaba evidentes signos de violencia, pero no de carácter sexual, y que no se descartaba ninguna hipótesis sobre la causa de la tragedia ni sobre su autoría; aunque al cierre de esta edición no se había producido ninguna detención.

Los forenses realizaron ayer la autopsia a la menor, aunque no trascendió ninguna información al respecto. El caso se encuentra bajo secreto judicial, según reconoció el alcalde de Teo, Martiño Noriega.

El cuerpo de la menor fue hallado la madrugada del sábado en una pista que discurre paralela a la carretera N-550, en el lugar de Feros, en la parroquia de Cacheiras (Teo), próxima a las instalaciones de una Inspección Técnica de Vehículos. Lo descubrieron dos jóvenes que se desplazaban a una discoteca situada en esa zona.

Los padres adoptivos de la niña habían denunciaron a la Policía su desaparición en torno a las diez de la noche del sábado. La menor era hija única y residía en Santiago de Compostela con su familia de adopción. Se trataba de una destacada estudiante del instituto Rosalía de Castro de Santiago, de carácter vital y alegre y que daba clases de música y de ballet, según fuentes de su entorno familiar.

El alcalde de Teo, Martiño Noriega, reconoció que las informaciones en torno al luctuoso suceso son confusas y que el caso se encuentra bajo secreto judicial y que este "hay que respetarlo". Noriega expresó además la necesidad de colaborar con la Justicia y con la Guardia Civil "porque lo importante es saber qué sucedió", ya que se trata de un suceso "dramático" y manifestó su confianza en que las investigaciones den resultados positivos. Además, envió "un mensaje de tranquilidad al conjunto de la ciudadanía" y transmitió el pésame a la familia de la menor.

Manuel Crespo, un vecino del lugar de Feros, que reside en la única vivienda unifamiliar situada a escasos cien metros de donde fue hallado el cadáver, aseguró que pasó por el lugar de regreso a su casa después de un paseo en torno a las 00.30 horas de la medianoche, aunque nada le llamó la atención ni a él ni a su mujer. "Mi mujer y yo veníamos de pasear y pasamos por ahí a las doce y media de la noche, y no vimos nada. Tuvo que ser entre las doce y media y la una y cuarto de la madrugada", explicó.