Posiblemente hayas mirado a los ojos a tu madre o tu padre y te hayas preguntado por qué tienes los ojos o bien muy parecidos o bien muy distintos a los suyos. Lo primero que habrás pensado, con acierto, es que la genética posee un papel muy importante, pero no es del todo así, tanto para un caso, en el que casi son un calco, como en el contrario, en el que se desarrolla un color distinto al de los progenitores.

¿Pero te has preguntado alguna vez por qué tienes ese color de ojos? ¿Por qué unos son más comunes que otros? ¿Cuáles son los más extraños? Son cuestiones sobre nuestros ojos de las cuáles vamos a arrojar algo de luz.

Dos pigmentos

Hay muchos tonos de iris. De hecho, aunque suele predominar uno, que es el que da color a su mayoría, hay otros tonos que se entremezclan, más claros y más oscuros. Hay muchos, como por ejemplo marrón, avellana, verde, gris o azul. Pero lo extraño del asunto es que todos dependen de dos pigmentos únicamente, que son marrón y rojo.

El color del iris, que tiene alrededor de 1,2 centímetros de diámetro y con la pupila en el centro, que se abre y cierra en función del grado de luz, pero el color de ojos es una composición con diferentes cantidades de pigmento y tejido conectivo del iris.

Todo viene por los melanocitos, que son células del iris encargadas de producir dos tipos de pigmentos y que también son as responsables de que tengamos el pelo o la piel más o menos oscuras. Produce feomelanina (roja) y eumelamina (marrón-negra).

¿Y qué pasa con los ojos azules?

En el caso de los tonos oscuros, como el marrón, está claro que poseen más eumelamina, pero ¿qué pasa con los azules o los verdes? La explicación son las fibras de colágeno blanco en el tejido conectivo del iris, ya que dispersan la luz y hacen que se vean azules. Entonces, dependiendo de la cantidad de pigmentos y del colágeno habrá también tonalidades intermedias entre los claros y los oscuros.

En cuanto a la genética, aunque en muchos casos es heredado de los padres, pero hay 11 genes culpables del color de ojos y todavía se está estudiando a fondo el tema.

¿Cuáles son los menos comunes?

El menos común en el mundo dentro de los comunes es el verde, ya que solo el 2% de la población cuenta con el iris de esta tonalidad. De todos modos, hay otros que son más testimoniales pero que cuentan con muchos individuos que los tienen así y son por ejemplo el ámbar, el violeta e incluso el negro. Hasta hay personas (generalmente albinas) con los ojos rojos.