María Forqué, la hija de la actriz Verónica Forqué y el realizadorManuel Iborra,nunca ha pasado desapercibida por su transgresora imagen (su pelo rosáceo o sus múltiples rapados), pero ahora se dedica a la provocación bañada de sangre. La joven, que es licenciada en Bellas Artes, ha revolucionado Instagram con siniestros posados que recrean un pasaje del terror en el que no faltan pinceladas de erotismo y gore.

Vísceras, sangre y un alto contenido sexual son el atrezzo que emplea María, una artista multidisciplinar que hasta ahora se dedicaba a la pintura (de hecho, protagonizó una exposición en el hotel Axel de Barcelona en el 2011 en la que exhibía colección de lienzos-colaje en la que mezcla la pintura, la ilustración y los materiales de reciclaje). La joven, de 24 años, que apareció hace dos años en el controvertido anuncio de Loewe (junto a la hija de la fotógrafa Ouka Lele y las sobrinas de Ana Belén), se marchó a vivir a Tailandia con su novio, un faquir llamadoPaco Polo, de donde volvió convertida en artista de «perfomances».

ESCENARIO DE UN CRIMEN

En su cuenta de Instagram se puede ver su último trabajo, una extensa serie de tétricas imágenes ambientadas en el escenario de un crimen, donde la sangre es el hilo conductor. Entre ellas, destaca una en que la madrileña está desnuda en la bañera chorreando de sangre mientras sostiene sus voluminosos pechos. En otra de las instantáneas posa de forma provocativa con las piernas en alto y con tacones pistola.

La polémica está servida en las redes sociales. Mientras unos critican el exceso de sangre, lascivia y obscenidad, otros opinan que es un ejemplo del amor por el arte que lleva en sus venas. Y su madre, ¿qué dice? La propia María lo explicó hace cuatro años en su visita a Barcelona: «Ella era muy hippiosa y yo he salido muy punk, underground. Pero está encantada con lo que hago y lo que soy. Dice que soy guapa y me apoya».