Las personas mayores son las que más han sufrido por la pandemia, y las residencias, los lugares donde algunas viven y mejor son cuidados, también han sido protagonistas. Gracias a medidas como el seguimiento diario de las constantes de los residentes, la instalación de una máquina para controlar los niveles de ozono en el aire o la contratación de una empresa de desinfección para interiores y exteriores, la Residencia San Felipe Neri de Zaragoza (residenciasanfelipeneri.es) tan solo ha registrado tres casos de covid-19, sin tener que lamentar ningún fallecido.

Este es un ejemplo de que las residencias son espacios seguros para los mayores, donde los equipos técnicos formados por terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, psicólogos o trabajadores sociales han velado por la integridad, el bienestar y la prevención de los contagios entre los residentes de forma impecable. Sin embargo, la imagen de las residencias ha quedado "dañada" de forma "injusta", algo que no se corresponde con el arduo y difícil trabajo que sus profesionales han realizado durante la pandemia, según explica la directora de San Felipe Neri, María Jesús Malo.

El aislamiento social al que obligó el coronavirus trajo consigo otra pandemia, la de la soledad, que también combaten desde primera línea las residencias. Además de acompañar a los ancianos y hacer más llevadero el oleaje del covid-19, en San Felipe Neri pusieron a disposición de sus residentes un teléfono móvil para que pudieran mantener contacto con sus familiares a través de videollamadas. En este contexto, la cercanía es un valor imprescindible para todo aquel que trabaje en un centro con ancianos, y si por algo destacan los técnicos de San Felipe Neri es por su vocación en las labores del cuidado. "Aquí, cada vez que atiendes a un anciano lo haces con el corazón", concluye la directora.

La llegada de las vacunas ha devuelto algo de la vieja normalidad a las residencias, sobre todo porque la inmunidad de la que gozan los ancianos permite a los profesionales enfocarse de forma plena en el bienestar físico y mental de los mayores. Las autoridades comienzan poco a poco a abrir la mano para las visitas, aunque desde la Residencia San Felipe Neri apelan a la responsabilidad individual para que en esas visitas se cumplan con todas las medidas de seguridad y prevención ante los contagios.