Un testigo declaró ante el juez de Manzanares (Ciudad Real) que investiga dos asesinatos en la localidad. Confesó que su amigo Antonio Caba le vendió la finca donde cometió uno de los crímenes y explicó que iba de vez en cuando a limpiar la casa y que incluso se tomó un arroz con bogavante en el mismo lugar donde según la investigación había matado a Juan Miguel Isla.