El sindicato de la enseñanza CGT Aragón presentó ayer en Zaragoza un informe en el que cifra en un 42,64% la matrícula de alumnado de Secundaria en la educación concertada en la capital aragonesa en el curso 2021-2022, frente a solo el 26% de media en el conjunto de España. Los responsables del estudio piensan que el elevado porcentaje de lo privado es desproporcionado con respecto a los datos de otras ciudades y representa «una anomalía».

En el estudio se denuncia que la financiación pública de la enseñanza privada concertada en la capital aragonesa, en la etapa de Secundaria, constituye un ejemplo de modelo educativo «malgastador, segregador y elitista», dado que desde su punto de vista perpetúa las diferencias de clase.

Además en el informe se califica este sistema de «ineficiente» y «no corresponsable» al no asumir la cantidad de alumnos con necesidades especiales (Acneae) que le correspondería en función de su capacidad.

Gustavo Alares y José Luis Suárez, autores del estudio, mostraron su «extrañeza» por el hecho de que la matrícula del alumnado de Secundaria en Zaragoza en el curso 2021-2022 supone más del 46% del total, frente al 57,36% de la enseñanza pública.

 «Ese porcentaje es una anomalía, casi duplica la media nacional», subrayó Suárez. «Hay más centros concertados que públicos», continuó.

La distribución geográfica "no es inocente"

En el informe se muestra la ubicación geográfica de los centros públicos y privados. En opinión de Alares y Suárez, la distribución de los centros privados es desigual dentro del término municipal, «pero no inocente», pues su predominio coincide con las zonas y barrios de mayor poder adquisitivo, como el eje Independencia-Gran Vía-Vía Ibérica. En cambio, señalan, están ausentes de Utebo y Casetas y apenas hay en Miralbueno.

El estudio se dio a conocer coincidiendo con la proximidad de la renovación de los conciertos educativos y por ello los autores del mismo se proponen demostrar que «se está subvencionando un sistema paralelo de enseñanza de carácter privado» que califican de elitista y excluyente.

 «Paradójicamente, con los presupuestos públicos que pagamos entre todos se está financiando la educación de las zonas más pudientes», afirmó Suárez, que aseguró que en los centros públicos se duplica en términos generales el número de alumnos con necesidades especiales, con un 68% frente a un 32% en la privada.

El caso del alumnado vulnerable (Acneae)

A modo de ejemplo, según sus cifras, el centro público IES Medina Albaida tiene un 8,27% de alumnado Acneae (35 estudiantes), frente a otro privado concertado de la misma zona, el colegio de San Agustín, que solo acoge el 0,63%, lo que representa dos alumnos, un número que han calificado de «preocupante».

«No es que solo segreguen y hagan un mal uso de los fondos públicos, es que además son negocios ineficientes», manifestó Gustavo Alares, que insistió en que el problema se reduce a «una cuestión de planificación de recursos».

Los autores destacaron que apuestan «por una escuela única y cien por cien pública «frente al modelo dual que venimos arrastrando desde décadas». El análisis que han realizado concluye que en Zaragoza existe «un absoluto predominio de la Iglesia católica en la titularidad de los centros privados concertados», situación que atribuyen a la herencia del régimen franquista.

«Se terminó con el esfuerzo inversor de la República en nuevos centros educativos públicos y se puso la enseñanza en manos de la Iglesia», subrayaron _Alares y Suárez en la presentación. H

«Los presupuestos subvencionan un sistema para los privilegiados»

Los autores del estudio sobre la educación secundaria en Zaragoza, Gustavo Alares y José Luis Suárez, aportan un mapa según el cual la mayoría de los centros de Secundaria de carácter privado que reciben subvenciones se encuentran situados en las zonas de mayor renta de la capital aragonesa.

Por ello, argumentan, se utilizan masivamente por un alumnado de clases bien situadas en la escala social en detrimento del que tiene un origen en las capas más desfavorecidas de la población. El mapa, señalan, revela que «los presupuestos públicos subvencionan un sistema para los privilegiados». Y añaden que «las zonas más ricas de Zaragoza disponen mayoritariamente de un sistema privado-concertado que es subvencionado por el conjunto de la ciudadanía a través de los presupuestos públicos».

Los datos, concluyen, ponen de manifiesto la «desigualdad socioeconómica que afecta a la capital aragonesa». Por ello piden a la Administración un empleo «localizado» de los recursos de tal forma que estos lleguen más y en mayor cuantía a la oferta educativa de carácter público.