El equipo de Gobierno de Zaragoza ha aprobado este viernes la licitación del nuevo contrato de limpieza y recogida de basuras para la capital aragonesa con unos pliegos de condiciones que valoran el servicio en 743.528.659 euros para los próximos diez años, cifra que podría alcanzar los 772.255.903 euros como consecuencia de las posibles modificaciones contempladas en los propios pliegos. El acuerdo va a permitir, aseguran desde PP y Cs, modernizar el servicio con la introducción de nuevas tecnologías más eficientes y respetuosas con el medio ambiente, pero también "reforzar buena parte de los programas que fueron reducidos en 2012 mejorando el servicio en todos los barrios y distritos de la ciudad". En este sentido, los zaragozanos también contarán con una nueva aplicación web a través de la que se podrán introducir incidencias detectadas para darles una respuesta más rápida.

Entre los principales cambios que contempla el nuevo contrato está la extensión, por toda la ciudad, del sistema del quinto contenedor, el de los residuos orgánicos. Los zaragozanos tendrán así que hacer hueco en sus cocinas para instalar un pequeño cubo donde vayan los restos de comida, que una vez recogidos se utilizarán para fabricar compost en la planta de tratamiento de residuos. Los contendores de materia orgánica permanecerán cerrados con cerradura electrónica y se prevé su apertura, cuando la tecnología lo permita, con tarjeta ciudadana o incluso con móvil.

El nuevo contrato elaborado por el área de Servicios Públicos y Movilidad contempla también un incremento de la limpieza durante los fines de semana y festivos (48% más de operarios pasando de 134 a 199), dos planes de limpieza intensivos anuales para cada barrio, el tratamiento específico para zonas de botellones, un refuerzo de la limpieza en el entorno de los contenedores y un incremento de los medios para la retirada de excrementos en la vía pública.

Contenedores con sensores inteligentes

Estos refuerzos coinciden con las necesidades planteadas por los propios zaragozanos a través de estudios previos realizados en colaboración con la Universidad de Zaragoza, donde también se constató la necesidad de avanzar hacia un servicio con vehículos más sostenibles y silenciosos que generen menos molestias. Por ello, las ofertas que presenten las empresas deberán contemplar la incorporación de vehículos eléctricos o de gas (con 57 puntos de recarga para eléctricos y la construcción de una instalación de suministro de gas natural comprimido -GNC-) que medirán la huella de carbono y generarán menos ruidos a la hora de recoger la basura de los contenedores (especialmente en el caso del vidrio). El número de camiones recolectores contemplados pasa de 56 a 64 (casi un 15% más), los vehículos lavacontenedores pasarán de 6 a 8 (un 33% más), las barredoras en calzada crecen de 11 a 17 vehículos y las barredoras de aceras pasarán de 29 vehículos en la actualidad a 37 unidades.

La modernización del servicio permitirá cambiar los contenedores de la ciudad, incorporando nuevas tecnologías con sensores que miden temperatura, el vuelco y el volumen. De este modo, se monitorizarán permanentemente todas las rutas de recogida a través de una plataforma de gestión integral, planificándolas de forma dinámica en función del llenado y ganando en eficiencia a través de la localización GPS de todos los camiones y vehículos. Los camiones sabrán así en qué calles es más urgente recoger los contenedores y modificarán sus recorridos en función de ello.

Los medios disponibles para limpieza crecerán de forma notable incrementando los recursos materiales y personales: se incorporarán 16 triciclos eléctricos y 25 carros portacubos eléctricos; aumentarán un 100% los equipos de fregado de aceras pasando de 4 a 8; aumentan un 66% los equipos de baldeo manual pasando de 3 a 5 equipos; aumentan un 54% los equipos de barrido mecánico de calzadas y un 27,5% los de aceras; los equipos de limpieza de zonas de contenedores crecerán un 33%; se incorporan dos nuevos equipos de desbroce de viables; se incorporan 8 equipos más de prerrecogida en el turno de tarde para asegurar el repaso de las zonas de aportación del casco urbano.

Adiós a los iglús para reciclar el vidrio

Por otro lado, los contenedores de recogida de residuos se renovarán garantizando la homogeneidad del diseño, limitando la altura de los mismos para un mejor acceso y un menor impacto visual en la calle. Además, el nuevo contrato contempla la adquisición más de contenedores de carga lateral (sustituirán a los “iglús” para el vidrio). Los contenedores de restos generales, los verdes oscuros, serán 3.850, los de envases ligeros 2.100 frente a los 2.000 actuales, los contenedores de papel cartón pasarán de 1.800 a 2.100 y los de vidrio de 1.780 a 2.100 contenedores. Además, aumentarán casi un 40% los contenedores de 1.000 litros pasando de 1.079 a 1.400, se adquirirán 5.000 contenedores de 240 litros y 600 contendores de 120 litros. El 76% de las papeleras se renovarán (hay más de 9.200) y está previsto instalar 15 nuevas papeleras compactadoras inteligentes que funcionarán con energía solar.

El pliego de condiciones también incluye un nuevo servicio de recogida de residuos voluminosos que se gestionará de la mano de entidades sociales y también se incorpora un nuevo servicio de recogida de aceite usado.

Otra de las novedades más importantes de este contrato es la reducción de los costes vinculados al beneficio industrial y a los gastos generales que se imputan al Ayuntamiento de Zaragoza por parte de las empresas. Con el aval de la Junta Consultiva de Contratación de Aragón, estos conceptos se reducirán de un 6% a un 3% en ambos casos, lo que permitirá ahorrar decenas de millones de euros a lo largo de la vida del contrato. De igual modo, se limitarán las revisiones de precios que, en los últimos años, han supuesto un desembolso de decenas de millones de euros a la ciudad de Zaragoza. Tal y como dispone la ley, no habrá revisiones durante los dos primeros años del nuevo contrato y, posteriormente, estarán limitadas por los costes de personal según lo dispuesto cada año en los presupuestos generales del estado.

A partir de su publicación en el Boletín Oficial, las empresas interesadas tendrán 50 días hábiles para presentar sus ofertas y después el proceso deberá pasar toda una serie de trámites burocráticos que, por el momento, hacen difícil prever cuándo entrará este nuevo contrato en vigor.