No hubo sorpresas en el pleno extraordinario celebrado este viernes en el Ayuntamiento de Zaragoza. El equipo de Gobierno, de PP y Cs, lo había convocado para pedirle al PSOE que retirara el recurso presentado ante el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (TACPA) contra los pliegos de condiciones del nuevo contrato del servicio de Limpieza y Recogida de basuras. Vox y la coalición votaron a favor de esta instancia (y otras dos más). Y la izquierda (socialistas, ZeC y Podemos) votó en contra.

Pero si de algo sirvió la sesión fue para comprobar por primera vez desde el jueves de la semana pasada, cuando el PSOE anunció el recurso, cómo defendía su postura la portavoz socialista, Lola Ranera, ante una derecha enfurecida que teme que la jugada de la oposición le tumbe el contrato más grande que tiene el ayuntamiento (más de 740 millones de euros) y también uno de los que más se luce, puesto que mejorar la limpieza de las calles siempre da puntos al que gobierna.

No era fácil el papel de Ranera, puesto que hasta el comité de empresa de FCC, la actual adjudicataria del contrato, se ha mostrado en contra del recurso. E incluso, uno de los sindicatos que lo conforman, USO, se ha manifestado a las puertas de la sede del PSOE en Zaragoza.

Así, Ranera expuso en la última intervención de su grupo que esto no se trata de impedir la acción del Gobierno, como le acusan PP y Cs, sino de dotar de «seguridad jurídica» al mayor contrato que tiene la ciudad. «Por eso lo ponemos en manos de un tribunal y no vamos a retirar el recurso. Nuestra función es estar vigilantes y los pliegos no están motivados ni justificados», expresó la socialista, que le recordó a Azcón que él, cuando no gobernaba, recurrió la reforma de La Romareda, la ampliación del Bizi y otros muchos pliegos.

«Convocar este pleno –le dijo Ranera a Azcón– denota una postura autoritaria. Monta esta pantomima para hacer oposición a la oposición. Esto parece la Santa Inquisición. Su objetivo es amedrentarnos y no lo van a conseguir», espetó. «Esto no va en contra de los trabajadores, sino de que los pliegos son malos», añadió.

Por su parte, el alcalde Azcón, tras pedirle en varias ocasiones a la socialista que retirara el recurso, le ofreció incorporar en las alegaciones que presentarán PP y Cs ante el TACPA las mejoras que considere el PSOE que puedan mejorar los pliegos, una ofera a la que los socialistas no respondieron. «No tienen ni un solo argumento para justificar el recurso. Usted siga defendiendo su propia miopía política», declaró el regidor.

Asimismo, el alcalde alertó de que el recurso ante el TACPA de los socialistas puede conllevar que el contrato de Limpieza tenga que dividirse en lotes, algo que no quiere ni la plantilla del servicio ni, según dijeron, ninguno de los grupos del ayuntamiento.

Todos, incluido el PSOE, defendieron que solo haya un lote pero según Azcón, de la cautelar solicitada por Ranera para paralizar el proceso de adjudicación del contrato de Limpieza se deduce que el consistorio debe cumplir con las recomendaciones de la Unión Europa, que dicen que las licitaciones deben dividirse en lotes más pequeños para dar oportunidades a las pymes de que participen.

Por su parte, tanto desde ZeC como desde Podemos criticaron la instrumentalización que ha hecho el alcalde de este asunto, así como que pretenda reprender a un grupo de la oposición por presentar un recurso, algo que es totalmente lícito. Los dos partidos se unieron al PSOE en las votaciones. «Usted pretendía dividirnos, señor Azcón, pero para eso la izquierda se basta sola», dijo la concejala morada Amparo Bella, causando la risa y el aplauso de sus compañeros. «Tenían que haber debatido antes los pliegos y esto no hubiera pasado. No puede instar a la oposición a renunciar a un derecho», denunció el edil Pedro Santisteve, de ZeC, sobre la postura del alcalde.