Una discusión por una simple chaqueta en el interior de la discoteca Garden de Zaragoza derivó en la madrugada del pasado sábado en una agresión a dos mujeres y un hombre ecuatorianos a los que, además de llegar a pegarles con palos, les profirieron insultos xenófobos. Los supuestos autores, cuatro jóvenes de 31 a 33 años de origen español y con antecedentes por delitos de lesiones y malos tratos, fueron arrestados por los delitos de odio, amenazas, lesiones leves y otro de resistencia a agente de la autoridad.

Los hechos sucedieron sobre las 4.30 horas en la avenida San Juan Bosco. Allí se encontraban en una discoteca tres amigos, cuando tras el percance por la ropa los cuatro detenidos comenzaron a agredir a un joven y a sus dos amigas. «Os vamos a matar, sudaca de mierda, iros a vuestro país» o «Cuando os cojamos por la calles o vamos a matar, os vamos a cortar el cuello, hijos de puta» fueron los principales gritos amenazantes que los sospechosos dieron a las víctimas, según pudo saber EL PERIÓDICO.

Cuando una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón se personó en el lugar, los presuntos autores de la agresión intentaron zafarse y huir, siendo rápidamente interceptados por los agentes. Una de las víctimas tuvo que ser atendida en el lugar por servicios médicos.

Los cuatro fueron puestos en libertad provisional por la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza que acordó la libertad provisional para todos ellos. Asistidos por la abogada Claudia Melguizo y Olga Oseira negaron ser los autores de la agresión y del delito de odio que le imputa el Cuerpo Nacional de Policía. Según fuentes consultadas por este diario, los arrestados afirmaron que cuando salieron de esta sala de fiestas y banquetes ya había una pelea entre varios en la plaza exterior.

Incluso explicaron que dos de las chicas que denunciaron han llegado a decir que «la movida» empezó con otras chicas porque se llevaban su chaqueta. De ahí que resalten incluso que las personas que pegaron a las víctimas no fueron ellos, sino otras chicas que había y de las que quisieron dejar claro que «no las conocen de nada». De hecho, incidieron en varias ocasiones que el grupo que formaban era de cuatro, que no hubo más gente de fiesta.

Unas declaraciones que contrastarían con las primeras pesquisas policiales recogidas y cuya investigación va a asumirla la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que tendrá que tomar declaración a testigos y analizar si las imágenes grabadas por una cámara de tráfico situada en la mediana de la avenida Valencia.

Aragón registra anualmente en torno a 25 infracciones penales por delitos de odio, así como entre 5 y 10 infracciones administrativas por el mismo motivo, según las estadísticas del Ministerio del Interior, que recogen la evolución del ilícito penal desde el año 2014, cuando encontró acomodo en el Código Penal como crimen con características propias y no como circunstancia agravante de otros delitos, categoría en la que también permanece. Por el momento, en lo que va de 2021 se han abierto nueve diligencias por supuestos delitos de odio en la comunidad aragonesa, un número que se mantiene dentro de la media respecto a 2020.