Después de 10 meses de paros en el autobús urbano de Zaragoza, ¿en qué punto está la negociación?

Ante el fracaso que supusieron las reuniones en las oficinas de la empresa hemos vuelto a reunirnos en el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje) a petición nuestra. El ambiente está crispado y por el momento no hay más que borradores de acuerdos. La empresa sigue sin cumplir el convenio y eso está caldeando mucho el ambiente. 

¿Qué tiene este conflicto de diferente? Porque no es la primera vez que se negocia el convenio colectivo y ya van 10 meses de paros. 

Históricamente esta empresa suele alargar mucho los conflictos para que los empleados se cansen y que la población se cabree. Es una estrategia que no es nueva. Este año estamos batiendo récord porque este equipo de Gobierno de PP-Cs, a diferencia de otros, no está interviniendo en el conflicto. Entendemos que el alcalde, Jorge Azcón, como máximo representante, debería ofrecer alternativas y poner medios para que la negociación, al menos, se produjese. 

¿Debería contratarse a un mediador, como en 2015?

En la negociación del convenio anterior ya se puso a una persona que ejercía de presidente y de moderador de la mesa negociadora. Podría decidir si continúan las reuniones, si merece la pena que las haya. Ahora mismo la empresa tiene derecho a veto y cuando quiere se reúne y cuando no, se levanta de la mesa. Un conflicto de esta envergadura requiere decisiones importantes, por eso entendemos que el alcalde está para solucionar los problemas de la ciudad y lo está demostrando poco. Un mediador que esté de notario vería lo que se hace y se dice en cada reunión, o cómo la empresa nos presenta una oferta, la aceptamos y entonces la retira.

¿Qué es lo que piden los trabajadores?

Aunque parezca una paradoja, estamos peleando para que se cumpla el convenio que ya tenemos firmado. Hay muchos temas judicializados porque la empresa los incumple. También planteamos otro nuevo en el que queremos recoger la nueva legislación. Hay una ley que obliga a las empresas a garantizar el control del inicio y la finalización de la jornada de los trabajadores. Queremos que nos digan cuándo comienza nuestro tiempo efectivo de trabajo. Para la empresa el inicio de la jornada es en el bus, pero nosotros previamente tenemos que hacer una serie de tareas que no nos pagan. Son 10 minutos diarios, cerca de 40 horas al año de cada trabajador que Avanza se está ahorrando. Hay otros temas, como que los pluses que cobramos mensualmente también los percibamos en vacaciones o sobre la conciliación familiar y la posibilidad de elegir jornadas siempre que se tenga hijos o algún familiar a tu cargo.

Desde Avanza explican que la subida salarial que solicita el comité y la reducción de la jornada supone un aumento de la masa salarial de hasta 18 millones en cuatro años. ¿Considera que es viable?

Esta empresa, con el volumen de trabajo y de ingresos que tiene, puede asumirlo. Además, estas cantidades no son ciertas. Es más, vamos a revisar nuestras exigencias económicas porque estamos pidiendo para este año un 3% cuando el IPC ya va por el 5,5, estamos desfasados. Seguimos pidiendo lo mismo que en noviembre, un 2% para 2020, un 3% para este año y el resto hasta 2023. 

Siempre ha habido polémica con el suelo de los conductores.  

Lo que dice la empresa es mentira, no cobramos 35.000 euros al año. Un trabajador cobra 1.500 euros netos al mes con los pluses por trabajar todos los días del año, festivos, Navidad, Nochevieja o fiestas del Pilar. Emplazamos al gerente (Guillermo Ríos) a que nos diga cuánto gana él, que es un trabajador más. Nos gustaría equipararnos a él o acercarnos a su sueldo. 

La empresa ya ha dicho que tras más de 60 días de paros y una reducción de la facturación de 800.000 euros sus peticiones son «inviables». 

Estamos en clave negociadora. Todo lo que le hemos presentado a la empresa es negociable. Hasta ahora hemos presentado cuatro propuestas diferentes acercando posturas hacía lo que la empresa puede asumir, que es muchísimo. Primero porque tiene garantizados los ingresos con el Ayuntamiento de Zaragoza, que le garantiza miles de kilómetros al año y que revisa el precio por kilómetro recorrido en función del IPC, mientras nosotros estamos con el sueldo congelado desde 2019. La empresa está haciendo caja. Es cierto que factura menos kilómetros, pero también paga menos sueldos. 

«Nos descuentan de la nómina el tiempo que usamos para vacunarnos del covid»

¿Cuánto dinero están perdiendo con la huelga los trabajadores?

No perdemos dinero, dejamos de percibirlo. Lo estamos perdiendo por trabajar un tiempo que la empresa no nos paga. En nuestra nóminas, la merma de los paros depende del servicio que llevas porque Avanza no los hace equitativos y está castigando a los mismos conductores y mecánicos. Se estarán dejando de ingresar unos 150 euros de media al mes.

¿Cómo se justifica una huelga del transporte público en pandemia? En horas punta es imposible mantener la distancia que recomiendan las autoridades sanitarias entre los pasajeros. 

Entendemos que genere malestar entre los ciudadanos, pero que se lo explique el ayuntamiento y la empresa, que cuando comenzó la pandemia redujeron el servicio del bus y el tranvía. Ahora mismo no se recuperan usuarios por la mala gestión de Avanza, que lo que quiere es hacer negocio. No mira por el ciudadano porque ha venido a ganar dinero y lo que está intentando es aumentar su cuenta de beneficios hasta 2023, cuando se caduca su contrato. Además, a los trabajadores, la pandemia nos ha generado un grado de crispación muy fuerte hacía la empresa porque mientras otras han premiado económicamente a sus trabajadores por las condiciones en las que trabajaron, a nosotros nos descuentan de las nóminas el tiempo que hemos empleado para ir a vacunarnos contra el covid. Esta es la empresa que gestiona el transporte urbano de Zaragoza. 

Pero la gente está cansada de la huelga. ¿Entiende que se enfaden con los conductores?

Todo lo contrario. La gente lo entiende. Es verdad que les molesta estar esperando en la parada, pero nos dan la razón porque la vida está subiendo y claro que necesitamos mejoras. Lo que sí que nos preguntan es por qué no hace nada el ayuntamiento. 

¿Es más difícil negociar con el actual Gobierno de PP-Cs?

Es complicado con Azcón. Llevo desde el 85 negociando convenios y se han implicado todos los alcaldes. Desde González Triviño, Atarés, Rudi, Belloch, Santisteve… Todos lo han hecho salvo Azcón, por eso nos extraña mucho que dé la callada por respuesta. En el convenio anterior firmamos un acuerdo con el ayuntamiento por el que se comprometían a que hubiera una reunión mensual y tripartita entre el comité, el ayuntamiento y la empresa para mejorar el servicio, y con la concejala (de Movilidad y Servicios Públicos) Natalia Chueca no nos vemos desde abril. Vemos cierta colaboración entre la empresa y PP-Cs, por lo que no nos extrañaría Avanza siguiera con la concesión. 

¿Tienen pensado endurecer los paros y ampliar las franjas horarias?

Endurecerlos es complicado cuando tenemos unos servicios mínimo del 60% que están mermando nuestra capacidad reivindicativa. 

El Gobierno de Azcón dice que son acordes a la situación sanitaria que vivimos. 

Pero el que estemos en pandemia no tiene que suponer que los trabajadores no tengamos derechos. Por eso mismo, porque estamos en pandemia debería intervenir el ayuntamiento para solucionar este conflicto, que no solo es laboral, es social y político y afecta a toda la ciudadanía mientas una multinacional está poniendo en jaque a todo.