No hay ocasión que desaprovechen los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza, con el alcalde a la cabeza, para generar bronca. Este miércoles se ha celebrado un pleno que apenas duró una hora y media y que debía servir para aprobar los asuntos que vienen dictaminados por las comisiones de cada área. Estas sesiones suelen ser un mero trámite previo al pleno de mociones, que sí que tiene un contenido más político y que se celebrará mañana. Pero los representantes de los zaragozanos no han perdido ocasión de adelantar la discusión. Eso sí, de por medio la consejera de Hacienda dio cuenta de la prórroga de los presupuestos del año 2021, que estarán en vigor hasta que se aprueben las cuentas de este 2022, algo que ocurrirá en aproximadamente un mes.

La prórroga del presupuesto del año pasado no es un hecho sin más, puesto que supone un retraso en la tramitación y la ejecución de los proyectos planteados por PP y Cs (a los que se suman las peticiones de Vox) para este 2022. No perdieron la ocasión los concejales de los partidos de la izquierda, PSOE, Podemos y ZeC, que le reprocharon al equipo de Gobierno la tardanza y las formas en las que se está desarrollando el debate presupuestario, pues el proyecto presentado tiene que ser modificado aún por las enmiendas de la ultraderecha, por lo que la oposición no sabe qué partidas serán las que finalmente acabarán, y con cuánto estarán dotadas, en las cuentas.

Pero más allá de esta discusión, que se viene repitiendo desde hace meses, el debate se torció después de que el portavoz de Podemos, Fernando Rivarés, recordara al alcalde, Jorge Azcón, el asunto de La Romareda, sobre el que pidió más información. Entonces el regidor popular hizo uso de su derecho a intervenir «cuando quiera» para pedirles a los concejales que no se saliesen de los puntos del orden del día.

El recuerdo del "carapolla"

A sus palabras le siguieron las del concejal de ZeC, Alberto Cubero, que reprochó al alcalde que interrumpa «cuando le da la gana» y que limitase la libertad del resto de ediles para pronunciarse sobre otros asuntos también de actualidad, como lo es el de La Romareda. Santisteve pidió entonces hablar para pedirle al regidor que no interrumpa a la oposición y fue cuando Azcón cambió el tono: «tiene gracia que me pida que me disculpe cuando Cubero no ha pedido disculpas por insultar, de forma grave, al alcalde de Madrid», al que Cubero llamó «carapolla» en la última Comisión de Hacienda.

Se quedó el asunto pendiente pero llegó otra bronca cuando la concejala de Economía, Carmen Herrarte (Cs), defendió sus pactos con Vox frente a las alianzas del PSOE en el Congreso, donde son «socios de golpistas y del último dirigente de ETA». Entonces preguntaron desde la izquierda si la banda terrorista formaba parte del orden del día y fue cuando Azcón intervino otra vez. Después, a micrófono cerrado, y según denunció el propio alcalde, la portavoz del PSOE, Lola Ranera, le llamó «macarra», «un insulto» que no se puede tolerar, dijo.

Y como viene siendo habitual en los últimos plenos, Azcón aprovechó la supuesta salida de tono de la socialista (que no se pudo escuchar en la retransmisión en streaming) para publicar un vídeo en su perfil de Twitter para tratar de agitar la polémica que, por otro lado, no deja de ser una bronca más de las tantas que se producen en el salón de plenos.

Fuera del barro, el pleno aprobó también una nueva proposición normativa a petición de Vox por la que se eliminan las penalizaciones que existían hasta ahora por su elevado consumo de agua a los centros residenciales y los hoteles. No todo iba a ser gritar.

ZeC critica la creación de un órgano «opaco» y el PSOE denuncia que falta dinero para los barrios rurales

El grupo municipal de Zaragoza en Común en el consistorio de la capital aragonesa denunció la creación en el área de Urbanismo de una estructura «opaca» y «paralela» a la dirección de Arquitectura, para la que se han contratado a ocho personas» y que va a suponer un coste de 400.000 euros al año.

Según alertó el portavoz de ZeC, Pedro Santisteve, a pesar de que este órgano –que persigue ejecutar las obras en los barrios rurales con el dinero que llega de la DPZ– es de nueva creación, cinco de los proyectos tienen las obras en curso, tres se encuentran en contratación y seis están aprobados y redactados. Desde PP y Cs recordaron que la constitución de esta estructura se aprobó hace meses y acusaron a Santisteve de «demagogia».

Por su parte, el PSOE ha denunciado que no se han presupuestado los 8 millones de la Diputación para los proyectos en estos mismos barrios, puesto que solo se contemplan 5, lo que imposibilitará que se ejecuten todos los proyectos pendientes del convenio con la institución provincial. Por su parte, desde el equipo de PP y Cs acusaron a los socialistas de «mentir».