Una breve y fuerte tormenta sorprendió ayer por la tarde a Zaragoza dejando durante varios minutos unas rachas de viento que han superado los 100 kilómetros por hora provocando casi un centenar de incidencias repartidas por toda la ciudad. Después de que el cierzo protagonizase la jornada del sábado durante el pasado fin de semana, la lluvia y el viento de la borrasca Denise han dejado una tarde plenamente otoñal.
En toda la tarde y noche de ayer, según fuentes municipales, los Bomberos de Zaragoza realizaron más de 80 servicios debido a la fuerte tormenta que ha caído y todavía hay 30 que están pendientes de ser atendidos.
Los efectivos trabajaron a pleno rendimiento para atender todas las incidencias sin que ninguna haya provocado grandes afecciones o daños personales. La mayoría han sido caída de árboles, tejas, chapas de cartelera o desprendimientos de chimeneas.
Una de las imágenes más chocantes de la jornada la dejó la caída de un árbol en la calle Monreal del barrio de la Magdalena aplastando dos vehículos aparcados y cortando la circulación. Esta misma situación se vivió en otras calles de la capital aragonesa como la calle Fanlo, Sepulcro, Argualas, Violeta Parra, Montreal, Avenida Séptimo Arte, Ciudadano Kane, Belle Epoque o en el Paseo de los Infantes.
Por otro lado, el desprendimiento de mobiliario, tejas o chimeneas provocó afecciones en las calles de Joaquín Rodrigo, Mayor, La Vía, Burgués Aznar, Teatro Malibrán, Camino la Estación, Avenida La Jota. Además, en la Avenida de Navarra, con las obras al descubierto, unos contenedores de basura se han salido de su sitio a causa del fuerte viento invadiendo por completo la calzada sorprendiendo a los vehículos que pasaban por la zona.
Otras afecciones más destacadas trasladaron a los bomberos a la residencia Las Casitas en el camino de Miraflores debido a que un árbol obstaculizaba la entrada al centro. Mientras, en Puerto Venecia varios agentes tuvieron que acudir por la caída de chapas y cartelerías. Los servicios se están llevando todavía a cabo en distintos puntos de la ciudad en la mañana de este martes, y están trabajando bomberos del parque 1, 2, 3 y Casetas.
102 km/h en el Aeropuerto de Zaragoza
El viento fue el principal invitado de la borrasca que atraviesa la península, que dejó rachas superiores a los 90 kilómetros en varios puntos de Aragón y de hasta 102 en el aeropuerto de Zaragoza, junto a cuantiosas precipitaciones.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) el viento alcanzó ayer por la tarde rachas de hasta 93 kilómetros por hora en Quinto, de 91 km/h en Andorra y de 90 en Leciñena.
Hasta 87 km se detectaron en el observatorio de Caspe y 80 en Castejón de Valdejasa mientras que en la capital aragonesa el de Valdespartera ha medido 83 y 86 el del aeropuerto, instalación donde, no obstante, uno de sus anemómetros ha llegado a medir una racha de 55 nudos, cerca de 102 km/h.
Las precipitaciones dejaron hasta 58,4 litros por metro cuadrado en Canfranc; 43,2 en Aragüés del Puerto; 34,6 en Torla; 32,2 en el valle de Hecho y 32,4 en Formigal; 28,8 en el embalse de Búbal; 28,4 en Jaca; 27,4 en Sabiñánigo y 23,4 en Bielsa, entre las cantidades más significativas. Por capitales de provincia, 8 litros ha recogido el observatorio de Valdespartera y 7 el del Aeropuerto, 16,6 se han medido en Huesca y 1,4 en Teruel.
El deporte no se salva
El mundo del deporte tampoco fue capaz de escaparse a los efectos devastadores del breve temporal sufrido en Zaragoza y alrededores en la tarde de ayer. El campo de fútbol de La Manzanera, donde disputa sus partidos el Atlético Monzalbarba, ha amanecido con el tejado de la zona del bar y vestuarios desplazado por completo de su lugar habitual chocando con la malla que separa el césped de la zona de vestuarios. El impacto ha afectado también a los postes quedando completamente abollados.
Cadenas en seis tramos de la provincia de Huesca
El uso de cadenas es necesario para circular por seis tramos de carreteras de la provincia de Huesca, ya en el límite con la frontera francesa, al encontrarse en nivel rojo o verde debido a la nieve caída en las ultimas horas.
Se trata de la A-138, entre los kilómetro 86 y 92, en la antigua aduana, en la localidad oscense de Bielsa; la A-136 a la altura e Sallent de Gállego; un tramo de dos kilómetros de la N-330b en Candanchú; otro tramo de 4 kilómetros de la A-2006 que conduce al Balneario de Panticosa; y los 5 kilómetros que separan la estación de esquí de Candanchú de la frontera francesa en la N-330a.
El nivel rojo en las carreteras prohíbe la circulación de camiones y articulados, además de autobuses y es obligatorio el uso de cadenas o neumáticos de invierno para los turismos.
