El incendio declarado en el campo de maniobras militares de San Gregorio, de Zaragoza, está estabilizado tras quemar en tres días 6.254 hectáreas, unas 3.000 arboladas y el resto monte bajo y cultivos, mientras crecen las críticas sobre el despliegue del operativo de extinción.

El Gobierno de Aragón ha informado de que se han quemado 6.254 hectáreas, según la medición del perímetro consolidado del incendio, que ha afectado a las poblaciones de Tauste, Remolinos, Padrilla de Ebro y Torres de Berrellén, cuyos vecinos no han corrido peligro en ningún momento por la lejanía de las llamas a los cascos urbanos.

En el operativo de extinción, que además ha atajado otro incendio declarado hoy en una zona de alto riesgo en Luna (Zaragoza), trabajan unas 300 personas, con 18 medios aéreos, cuadrillas terrestres, autobombas, nodrizas, máquinas de ingenieros y vehículos de comunicaciones y transporte dispuestos por el Gobierno de Aragón, el Ministerio de Medio Ambiente, la Unidad Militar de Emergencias, la Diputación de Zaragoza y los bomberos.

Las llamas, además de a Zaragoza, han afectado a las localidades de Remolinos y Torres de Berrellén, y a las de Tauste y Pradilla de Ebro, cuyos alcaldes, José Luis Pola y Luis Eduardo Moncín, respectivamente, consideran que si los medios de extinción civiles hubieran intervenido antes el fuego podría haberse atajado más fácilmente y no habría traspasado el perímetro del campo. En declaraciones a Efe, Pola ha considerado que el problema de este fuego es que se declaró dentro del campo de maniobras y los medios civiles de extinción no pudieron actuar hasta que se extendió al exterior, cuando ya había adquirido "mucha importancia", con un frente más difícil de controlar.

El alcalde de Tauste ha hecho hincapié en que un incendio, para actuar con eficacia, "hay que cogerlo en el inicio", pero en este caso no fue posible, porque los medios civiles "no pudieron entrar" en el campo de San Gregorio y "cualquier incendio que lo dejes cuatro horas sin control -ha incidido- coge unas dimensiones que luego son difíciles de atacar". A juicio del alcalde Pradilla, el incendio se ha extendido porque los medios de extinción civiles no pudieron actuar hasta la tarde del martes. "Si se hubiera actuado antes, posiblemente se hubiera apagado dentro del recinto militar", ha afirmado Moncín, quien ha insistido en que los medios civiles tendrían que haber intervenido antes, ya que cuando se declaró el fuego no había viento y se hubiera apagado desde el aire "fácilmente".

Las críticas al operativo de extinción han llegado también desde los partidos políticos, y el diputado del PP en las Cortes de Aragón Javier Gamón ha denunciado la "descoordinación" al inicio del incendio, lo que a su juicio ha podido ser "fundamental" para que las llamas se extiendan fuera de las instalaciones militares. Gamón ha considerado "lógica y adecuada" la limitación de la actuación de los efectivos de lucha contra incendios dentro del perímetro del campo de tiro, pero no comprende "por qué no se actuó con toda la eficacia posible sobre el exterior del perímetro cuando se sabía que las llamas podían cruzarlo".

Por su parte, Izquierda Unida (IU) ha anunciado que su portavoz en el Congreso, Gaspar Llamazares, pedirá a la ministra de Defensa, Carme Chacón, explicaciones y responsabilidades y exigirá una investigación sobre el motivo que "impidió actuar con más premura". Chunta Aragonesista (CHA) ha exigido que se aclaren las causas del incendio y su secretario de Organización, Juan Campos, ha mostrado su preocupación por el retraso en la intervención de medios civiles y ha considerado que sería "muy grave" que se pudiera haber atajado antes, sin pérdida de masa forestal y monte bajo en Tauste.

Los trabajos de extinción continuarán esta noche con las brigadas terrestres para tratar de controlar el fuego, que tiene sus principales focos en el propio campo de maniobras.