Las imprudencias y, sobre todo, la gran afluencia de excursionistas que registran los barrancos y las zonas montañosas de Aragón, en especial el Pirineo y la sierra de Guara, disparan cada verano el número de rescates de personas que sufren percances o accidentes más o menos graves.

La expertos en montaña de la Guardia Civil son reacios a atribuir el fuerte incremento de salidas de los helicópteros de salvamento a los denominados excursionistas domingueros. "Más bien, la causa del aumento está en que en verano las montañas se convierten en un destino muy popular", apunta el sargento Baín Gutiérrez, de la Sección de Montaña de Jaca. "Está claro que, estadísticamente, entre tanta gente, hay algunos que se ponen a subir a las cumbres o a bajar barrancos sin tener preparación, pero no son un porcentaje excesivamente grande", subraya.

A modo de ejemplo, el sargento pone el caso del Aneto, la mítica montaña pirenaica, a la que un día de verano pueden llegar a ascender hasta 400 personas, y eso que se trata de una subida complicada que requiere mucho esfuerzo y una gran preparación.

"EN ZAPATILLAS"

No obstante, Baín, que tiene un amplio historial de participación en rescates, tanto en los valles occidentales de la Jacetania como en el valle de Benasque, reconoce que de vez en cuando se ven "turistas" que acometen difíciles ascensos "en zapatillas", sin saber muy bien adónde van ni las dificultades que pueden encontrar.

De hecho, un reciente estudio de la campaña Montañas seguras del Gobierno de Aragón, concluyó que la principales causas de los accidentes de montaña son la falta de un nivel físico adecuado (35%) y la sobrevaloración de las posibilidades (33%), seguidos por la falta de planificación de la actividad, con un 21%. Sin embargo, la utilización de material inadecuado o defectuoso solo está presente en el 9% de los salvamentos. Baín señala que en un número considerable de accidentes de montaña y de barranco intervienen factores objetivos, es decir, no atribuibles a la víctima. Así sucede, por ejemplo, cuando se producen desprendimientos de rocas, como el que costó la vida a un soldado extremeño el pasado 2 de agosto cerca de Canfranc. Estaba escalando una pared de roca con varios compañeros y, en un momento dado, se soltaron varias piedras que lo arrastraron.

ORIGEN GEOGRÁFICO

En Aragón llama la atención que la mayor parte de los accidentados son de comunidades distintas de la aragonesa y, en una cantidad no despreciable, del extranjero. Por ello los expertos coinciden en que es necesario que las campañas de seguridad lleguen a toda España.

"Rara vez la persona rescatada es de la zona, es decir, de cualquiera de las comarcas pirenaicas de Huesca", recalca el sargento Gutiérrez. "Aparte de que están acostumbrados a la montaña, ven el trasiego de helicópteros de rescate y eso les da que pensar, así como la información que da la prensa cada vez que se produce algún suceso grave", afirma.

Por zonas geográficas, las que registran más accidentes son las comarcas de la Ribagorza, el Sobrarbe y el Alto Gállego, por delante de la Jacetania. "Guara es otro punto negro en este aspecto, sobre todo en verano, por el barranquismo", manifiesta el responsable de montaña de la Guardia Civil.

Por otro lado, Baín diferencia entre los rescates de verano y los de invierno. Estos últimos, por las duras condiciones meteorológicas, suelen ser de mucho mayor complejidad técnica. En verano baja la dificultad, pero se multiplican las salidas.