En esto, porque en lo esencial el tiempo juzgará la profundidad y veracidad de la revolución en marcha, el Zaragoza no ha cambiado nada. A diez días para la vuelta a los entrenamientos, el club aún no ha realizado ningún fichaje y tiene la plantilla cogida con alfileres. Manolo Jiménez todavía espera que el 80% del equipo esté listo para la concentración de Navaleno. O es un optimista empedernido o tiene una fe enorme en su capacidad de sugestión.

Para eso, el ritmo de fichajes debería ser de uno al día. Con Ríos casi descartado tras estar apalabrado, el Zaragoza acelerará esta semana la Operación Rayo e intentará firmar a Javi Fuego, Armenteros, los dos incluidos en el plan A, y Arribas. Los tres son objetivos claros y solo la precariedad económica y la incomprensible idiosincrasia del club, donde unos deshacen lo que otros hacen, ha impedido que ya estén aquí.