Asolo tres días del debate de investidura en el Congreso de los Diputados, el presidente en funciones del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, volvió a apelar a la «responsabilidad» del PSOE para evitar «que se vuelva a bloquear la formación de un Gobierno en España». «¡Ya está bien del cachondeo que estamos viviendo en España!», llegó a exclamar el presidente del PP de Galicia y candidato a la reelección como presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en un acto del partido gallego en el que participaron ambos líderes en la localidad pontevedresa de Cotobade.

Rajoy reconoció que en este momento la formación de un Gobierno en España «es mucho más un deseo que un hecho» y reconoció «dudas razonables» sobre la posibilidad cierta de unas terceras elecciones en diciembre, algo que hace solo unas semanas resultaba «ridículo».

El líder del PP admitió que el acuerdo que espera cerrar «pronto» con Ciudadanos y con Coalición Canaria de cara a la votación su investidura «no es suficiente», pues solo permitiría sumar 170 votos, «cinco menos de la mayoría». Por eso «si el PSOE dice no tendríamos que volver a ir a votar en diciembre este año» y eso sería «tremendo», dijo después de culpar al líder socialista, Pedro Sánchez, de haber tenido que celebrar las segundas elecciones del 26 de junio.

Rajoy apeló a la responsabilidad de un partido, el PSOE, que según recordó ha gobernado durante 20 años en España. «Un partido que ha hecho sus aportaciones al progreso de nuestro país no puede actuar ahora con irresponsabilidad porque se está jugando los intereses, la economía y la vida de millones y millones de ciudadanos que no son responsables de esta situación», dijo el líder popular.

Este es el mensaje que, con toda seguridad, podrá trasladar Rajoy personalmente al líder del PSOE, Pedro Sánchez, en el encuentro o conversación que se espera que tengan ambos antes del debate de investidura del martes. El socialista Patxi López dijo ayer que no le constaba que Rajoy ya se hubiera puesto en contacto con Sánchez para informarle sobre el pacto con Ciudadanos y que si se produce esa llamada, el PSOE estará «dispuesto a hablar».

Frente a la frase del «no es no y qué parte del no no se ha entendido» que repiten los represententes socialistas, Feijóo propuso al PSOE pasar al «sí es sí» y ello «por el bien de España y de la propia biografía política», del partido socialista.

CURSO POLÍTICO / Con estos mensajes de presión al PSOE y con un claro tono preelectoral pensando en los comicios gallegos del 25-S, los populares celebraron en la parroquia de Carballeira de San Xusto, en el municipio de Cotobade, el que tradicionalmente se considera el acto de inicio del curso político tras la pausa del verano. En esta ocasión, sin embargo, noha habido tal pausa por las negociaciones previas al debate de investidura de Rajoy que se han mantenido en agosto.

Además, el tradicional acto gallego con el que el PP acostumbra a abrir el curso político ha cambiado este año de ubicación. El evento se trasladó a Cotobade, después de casi una década celebrándose en el Castillo de Soutomaior, gestionado por la Diputación de Pontevedra. El ente provincial está presidido desde julio de 2015 por la socialista Carmela Silva y, ya el verano pasado, Silva remitió una carta al PP advirtiendo de que el acto de aquel 30 de agosto sería «el último» que el partido de Rajoy y Alberto Núñez Feijóo celebraría en el Castillo.

Así, el tradicional acto pontevedrés se desarrolló esta vez en plena precampaña de las autonómicas gallegas y solo a tres días del debate de investidura.

De hecho, el PP se halla en plena negociación con Ciudadanos para lograr un acuerdo para esa investidura que podría firmarse hoy domingo. Rajoy aprovechó ayer para elogiar el esfuerzo negociador de C’s y Coalición Canaria y añadió que el PP «hará todos los esfuerzos programáticos dentro de lo posible y acorde a la Constitución, la lógica y la razón» para sellar el pacto antes del debate de investidura.

A última hora, Efe informó de que el líder popular y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, habían mantenido una discreta reunión para dar un impulso definitivo a las negociaciones, dado que había algunos puntos en el que los equipos de trabajo se habían atascado. Al cierre de esta edición el acuerdo entre ambas partes no estaba cerrado, pero estaba cerca.

Mientras, Coalición Canaria ha supeditado el voto de su diputado a favor de Rajoy al avance definitivo en temas relacionados con el régimen fiscal canario, el empleo y las renovables y a que en el acuerdo con C’s «no haya nada contra los intereses de Canarias». H