Alexandra Popa está a punto de afrontar su quinta clase práctica al volante de un turismo que, lógicamente, no domina. Esta joven estudiante ha superado ya con éxito el examen teórico, que acometió aún con el método antiguo. Cuando se enfrente al práctico lo hará ya en su nueva versión. "Me da miedo", anuncia Alexandra, antes de reemprender la marcha por las calles de Zaragoza. Confía en que le "saldrá bien".

Pero para ello, "necesitará más clases", apunta su profesor, Roberto Larraz, de la autoescuela Los Maños. Vaticina que les pasará a casi todos los alumnos y denuncia no haber recibido mucha información. Con todo, las autoescuelas han ido modificando, siquiera ligeramente, la forma de sus clases, especialmente de las prácticas. "Ahora volvemos a abrir el capó al principio", dice Larraz.

En la Asociación Provincial de Autoescuelas de Zaragoza el cambio está bien valorado. Su portavoz, José Luis Mazón, reconoce que se "llevaba mucho retraso, puesto que ya no se conduce como hace 50 años". Añade que "ya no solo se han modificado las vías públicas, los vehículos también han evolucionado mucho tecnológicamente". Para Mazón, "lo más novedoso es que las pruebas valorarán la adaptación a las nuevas exigencias de la ecología y la economía".

Profesores capacitados

El portavoz de la asociación asegura que los profesores están "ya capacitados" para impartir los nuevos conocimientos que se derivan, por ejemplo, del uso de coches híbridos o eléctricos, "gracias a cursos a los que han ido acudiendo durante los últimos años". Mazón pronostica, eso sí, que el cambio en el examen teórico "requerirá una mayor presencia del estudiante en las aulas de las autoescuelas, porque es imprescindible entender la normativa y no solamente memorizar los conceptos".

El subdirector del Centro Zaragoza, Mariano Bistuer, también estima como "positivo" el cambio. "En lo teórico y en lo práctico, el examen empieza a adecuarse a la realidad que supone conducir con los vehículos de hoy día", dice. El representante de este organismo, referencia nacional en el ámbito de la seguridad vial, recuerda, además, que los últimos datos sobre siniestralidad "revelan que los mejores resultados son los de los conductores noveles", por lo que, "tenemos un futuro esperanzador".

Pero no todo el mundo es de la misma opinión. Manuel Tafalla, presidente de El Volante Aragonés considera "absurdas" las nuevas medidas, puesto que, a su juicio, "no contribuyen para nada a aumentar la seguridad vial". Tafalla aboga por que "aumente el número de clases de conducir, porque se trata de eso, de aprender a conducir y no de cambiar repuestos, cuando en los coches nuevos eso se hace en los talleres". Para el responsable de esta asociación prestataria de servicios referidos a la conducción, detrás hay un "afán recaudatorio" de las autoescuelas. Un extremo desmentido por el representante de estas. "No va a haber grandes modificaciones de precio", apunta José Luis Mazón, que recuerda lo "determinante" de la crisis para unos centros que cobran 1.000 euros por alumno.

Tanto Mariano Bistuer como el profesor de Alexandra ponen un pero al nuevo examen: ¿qué ocurrirá, en el primer tramo de la prueba, cuando el estudiante sea de fuera o no conozca bien la ciudad? De momento, no hay respuesta.