Cataluña incumplió ayer el último plazo para la devolución de las 97 obras del tesoro del monasterio de Sijena que le reclama el juzgado. Aunque el desenlace estaba anunciado desde el pasado miércoles, los técnicos de Patrimonio del Gobierno de Aragón permanecieron ayer en el cenobio con todos los medios preparados para la recepción de las piezas. La sala restaurada para albergarlos ya cumplía con las condiciones de temperatura y humedad necesarias para su conservación.

La consecuencia que tendrá este gesto todavía se desconoce, pero la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Huesca dictó a media tarde una providencia en la que recordó al consejero de Cultura catalán, Santi Vila, que los plazos judiciales son "inamovibles" y que no va a tener más tiempo para devolver los bienes.

El director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, confiaba durante la jornada en una solución que no requiriera la intervención policial, a la que ahora parecen abocados. Hoy a primera hora se realizará un informe en el que se constate que las obras no han llegado a Villanueva de Sigena, el lugar establecido en el auto, y se reclamarán "todas las medidas" para asegurar el regreso.

El presidente aragonés insistió en esta idea durante la visita a una empresa turolense. "Evidentemente requeriremos a la jueza que ejecute la sentencia hasta sus últimas consecuencias", aseguró.

Aunque el incumplimiento sea patente y la jueza haya mostrado signos de apremio, los próximos pasos no están tan claros. El pasado día 20 ya se le notificó a la magistrada altoaragonesa que no había llegado el plan de traslado de las piezas y se le instó al cumplimiento de la sentencia, requiriendo la intervención policial. El Ejecutivo catalán contestó con una carta en la que reclamó más tiempo para ajustarse a los trámites que marca el Estatuto en cuestiones patrimoniales. Ahora mismo, tras un segundo incumplimiento, en el departamento de Cultura catalán todavía confían en quince supuestos días de cortesía, por lo que ayer no temían la llegada de las fuerzas públicas.

Por su parte, el letrado del Ayuntamiento de Villanueva, Jorge Español, denunció la "desobediencia reiterada y contundente" mostrada por la administración vecina. "Cuando se dicte la orden de envío de la brigada de Patrimonio espero que ambos museos estén en disposición de colaborar", adelantó. También pidió responsabilidad a los funcionarios públicos para evitar la "rebeldía", de forma que no tengan que ser directamente los agentes los que hagan el traslado de las piezas y se resuelva de forma pacífica. "Estas obras solo tienen su sentido artístico en este monasterio", explicó.

El alcalde de la localidad, Alfonso Salillas, recordó el proceso administrativo y judicial por el que se ha logrado una sentencia firme que establece la devolución. "Me gustaría que en Cataluña se mostraran las pruebas que presentaron en el juicio", estableció. De esta forma, quiere limar asperezas con la comunidad vecina y demostrar que la reclamación legal no tiene un cariz "anticatalanista". "Los permisos eclesiásticos no servían para nada porque ocultaban en origen de las piezas", recordó. También matizó que el monasterio "es una unidad indivisible" desde que fue declarado Patrimonio Nacional por lo que el haber dotado a las obras de otra medidas de protección "roza la prevaricación" administrativa.

Siguiendo con la voluntad de cumplir con la sentencia manifestada públicamente, aunque con su propia hoja de ruta, la Generalitat podría dar hoy el visto bueno a la salida de 53 piezas no catalogadas almacenadas en los sótanos del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), si así lo decide en la reunión del Consejo de Gobierno. A partir de aquí, las autoridades catalanas empezarán a preparar el traslado, que corre a cargo del museo según la sentencia. En todo caso, la salida no será antes de una semana.

Las obras del MNAC se devolverán porque se han acabado las vías judiciales para impedirlo y al no tener figuras de protección especial en Cataluña no hay más recorrido para retrasar o cancelar la entrega. Del resto de las piezas conservadas en el Museo de Lérida, o las protegidas en Barcelona, no se contempla la salida a corto plazo. La Junta de Museos y el propio departamento de Cultura han emitido informes que desaconsejan su destatalogación, unos trámites que el abogado Español considera innecesarios. "A un condenado no se le tiene que pedir permiso para cumplir con la sentencia que le obliga a hacer algo", resume.