Año tras año esperaBan,
a que el verano llegaRa,
para en el pUeblo volverse a ver,
admIrando el atardecer.
Con la luna a sus eSpaldas,
en las Grandes noches estrelladas,
hablandO durante el amanecer.
A veces hasta el aManecer.
En sus miradas prEciosas,
Zafiros, rubíes y rosas.