Emocionaba ver tal marea... Los salones Rioja y Aragón de la sede central de Ibercaja en Zaragoza se llenaron con buena parte de los 1.000 voluntarios y los 700 trabajadores con los que hoy cuenta Federico Ozanam. Con ellos, la fundación celebraba sus bodas de plata, entre reconocimientos y proyectos. Hablando de inserción social, de educación, de mayores, de infancia, de lucha contra el chabolismo, de apoyo al cuidador y a las mujeres víctimas de la violencia... Mucho compromiso en un acto lleno de corazones de oro, que se dejan la piel pensando que aún podrían ayudar a uno más. Veteranas de la fundación como Pilar Ríos --una de sus fundadoras e impulsora del mítico rastrillo--o Ana María Cortés, vicepresidenta de Ozanam, emocionaron con sus palabras.

También lo hicieron el presidente de la entidad, Enrique Santamaría, o su predecesor, Ricardo López Cuesta, reconocidos por su labor, como Manuel Sangüesa, que asumió este cargo durante los primeros años. Muchos arroparon esta tarde, empezando por la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, o el teniente de alcalde Carlos Pérez Anadón, que recogieron sendas distinciones por la DGA y el ayuntamiento. Patronos, colaboradores y una larga lista de autoridades --desde el Justicia García Vicente al delegado, Gustavo Alcalde-- vieron como la estatuilla de Florencio de Pedro, que fue símbolo del aniversario, distinguía también a las Obras Sociales de La Caixa, Caja Inmaculada e Ibercaja; a medios de comunicación como la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CARTV) o Heraldo...

Y todo en un acto cálido, que tuvo a B Vocal, su música y su sonrisa como guinda. Una cita que muchos disfrutaron (disfrutamos) de cerca. Un brindis de energía positiva, para acabar con la coplilla que a capella entonó con fondo de Mr Sandman: "Gracias por conseguir, que mucha gente viva más feliz... No dejéis de trabajar. 25 años más".