Coincidiendo con la noche de San Juan, Jabaloyas reivindica este fin de semana su relación con la brujería. En el monte Jabalón se celebró anoche un aquelarre y una fiesta en la que se recuperó la tradición de las brujas, que según cuenta la leyenda, vivían en Jabaloyas. En las III Jornadas del Solsticio de Verano, vecinos y visitantes brindaron con aguardiente un conjuro que les protegió durante toda la noche mágica en la loma llamada de las brujas.

El pueblo encendió un gran fuego en la cima del Jabalón para ahuyentar, convencidos de su existencia, a cuantos seres diabólicos se atrevieron a cruzar las puertas invisibles que, dicen, se abren esa noche. Y entre canciones y cuentos, los lugareños dieron un nuevo paso adelante para encontrar las huellas borradas de su pasado.

Uno de los miembros de la Asociación Cultural San Cristóbal, Toni Díaz, explicó que "se trata de recuperar un poco de nuestra memoria, de nuestra historia, que ha quedado olvidada durante muchos años. Esa historia cuenta con muchas referencias físicas, literarias y sobre todo, tradición oral que unen a este pueblo con un pasado muy relacionado con el mundo del esoterismo y de la brujería".

Desde las 19.00 horas de ayer, los asistentes disfrutaron de juegos tradicionales y participaron en una degustación de jamón de la Denominación de Origen Monte Jabalón. Y a partir de la medianoche, se celebró una fiesta con cuentacuentos, la recreación de un aquelarre y una gran queimada con la que el pueblo reafirmó la leyenda de las brujas.