El Ayuntamiento de Zaragoza no tiene dinero para pagar los servicios básicos como el alumbrado público, la limpieza o el bus. Todas las partidas están agotadas. Y no solo eso, sino que se están acumulando facturas desde el año 2014 y que, a día de hoy, siguen pendientes de ser abonadas. En total suponen alrededor de 36 millones de euros. El estudio económico-financiero que realizó Zaragoza en Común (ZeC) ya concluía que la deuda municipal rondaba los 110 millones.

El concejal de Economía, Fernando Rivarés, tiene poco margen de maniobra. Los técnicos municipales están analizando todas las partidas vigentes para ver de dónde se podría rascar y hacer una nueva modificación de crédito que permita pagar parte de las facturas. Eso sí, los servicios no se dejarán de prestar. "Ni loco", aseguró Rivarés.

El responsable de Economía explicó que esta situación no se debe únicamente a la "falta de liquidez", sino a la "mala política" que se ha practicado durante los últimos años, elaborando las cuentas municipales "con partidas infradotadas". Rivarés acusó al PSOE de hacer "presupuestos irresponsables" con el propósito de "cuadrar las cuentas". En realidad, esto no es nuevo porque Zaragoza en Común (ZeC) lleva meses denunciando esta situación y alertando de que llegaría un momento en el que no quedaría dinero. El anuncio era más que conocido en los pasillos del consistorio.

FACTURAS PENDIENTES El resultado es que el ayuntamiento lleva sin pagar las facturas del alumbrado público desde septiembre del 2014 y adeuda ya 4,8 millones (se presupuestaron 4,7). Desde octubre del 2014 no lo hace en las referidas al suministro de agua de Yesa, así que tiene pendiente de pago otros 4 millones (se presupuestaron 3).

En verano, el consistorio dejó de financiar otros servicios. En mayo las afectadas fueron las empresas que gestionan los pabellones deportivos, cuya deuda asciende a 2,5 millones. En julio ya no quedaba ni un euro de los 51,2 consignados en Movivilidad, es decir, en el transporte urbano, así que ahora se deben 6.

Y en septiembre se acabó el crédito para hacer frente a los gastos de limpieza, a la recogida de residuos o para la gestión de puntos limpios, que suman, todos ellos, más de 16 millones que no se pueden abonar.

El concejal explicó que por ley "la mayoría de estos servicios tienen que prestarse de forma obligatoria". De no encontrar el modo de pagarlos, la deuda seguirá creciendo. Además se prevé que hasta final de año salgan a la luz más facturas.

Ahora toca remover cielo y tierra para sacar de debajo de las piedras unos cuantos millones. Todavía hay margen de maniobra para hacer otra modificación de crédito, que, a la vista de la deuda, no cubriría todos los gastos. La última fue de 4 millones de euros que se destinaron para pagar el gas y parte del alumbrado. Rivarés, que pidió "lealtad institucional" al presidente aragonés, Javier Lambán, le reclamó --"con contundencia y por justicia"--, que abone la deuda contraída del tranvía y que, por convenio --quiso precisar-- viene estipulada en "40 millones".

El concejal aprovechó la ocasión para pedir "responsabilidad" al resto de grupos para que permitan recaudar 20 millones en lugar de 3 con las ordenanzas fiscales aprobando las elaboradas y propuestas por el equipo de Gobierno.