El primer debate sobre el estado de la ciudad de Huesca evidenció ayer que todos los partidos del ayuntamiento quieren lograr acuerdos en temas estratégicos como el agua o el ferrocarril de Canfranc, ya que son los que permiten su desarrollo económico.

Así, el alcalde de Huesca, Luis Felipe, señaló que se necesita un impulso en el sector industrial y contar con empresas grandes porque «una debilidad importante» es el tamaño de estas. «Una economía basada excesivamente en los servicios nos lleva a que cuando la economía va bien, se dispara de forma rápida, pero cuando va mal, la caída también es vertiginosa», dijo.

Felipe supeditó el futuro de la capital oscense al desarrollo de las infraestructuras de suministro de agua y a la imbricación de la ciudad en el proyecto de reapertura de la línea ferroviaria del Canfranc, sin el cual el proyecto de desarrollo logístico emprendido en Huesca se habría quedado sin contenido. El edil resaltó la política social emprendida por el actual gobierno en coalición, con un incremento del presupuesto para esta área del 15% respecto a la anterior legislatura. También valoró la inversión global de 6 millones para mejorar las infraestructuras de habitabilidad de la ciudad, que ha calificado de

«Agradable, cómoda y segura».

Inversiones que no impidieron a Felipe responsabilizar a la Administración central de mantener «intervenidos» a los municipios al no permitirles actuar con mayor autonomía a la hora disponer de sus propios recursos.

En sus intervenciones primera y final, Luis Felipe valoró los planes del Gobierno central de modificación del plan inicial de cierre del acuartelamiento Sancho Ramírez para su reutilización con medio millar de militares, el doble que antes de su cierre.

Por otro lado, el alcalde valoró la «estabilidad» de la coalición que preside al frente del consistorio oscense, pero la oposición le reprochó ser «rehén» de sus aliados y de dirigir un gobierno de «compartimentos estancos».

En respuesta a las críticas de los grupos de oposición de PP y Ciudadanos, Felipe defendió la legitimidad y estabilidad de su coalición frente a quienes consideran, subrayó, que «parece que tenga que pedir perdón por tener la mayoría en el pleno», dijo.

El alcalde respondió así a la oferta de apoyo del portavoz del PP, Gerardo Oliván, para evitar ser rehén de «partidos radicales» que, a su juicio, mantienen a la ciudad «secuestrada» con sus opciones políticas.

Falta de proyecto / Así, los grupos de oposición del PP y Ciudadanos reprocharon al equipo de gobierno municipal en coalición que carezca de un proyecto político y gobierne cada una de las áreas de gestión como «compartimentos estancos», dijeron Oliván por el PP y José Luis Laguna desde Ciudadanos. El concejal popular, en respuesta al análisis hecho por Felipe, revalorizó las iniciativas llevadas a cabo en materia de protección social, creación de empleo, saneamiento y desarrollo de las infraestructuras urbanas.

Reprochó al equipo socialista que haya originado durante la anterior legislatura un desfase económico de 11 millones de euros para el pago de indemnizaciones contempladas en sentencias judiciales.