Ignacio Abadías, alcalde de Benasque, aseguró ayer que el centro ecuestre La Barana, que fue clausurado el pasado mes de agosto por el consistorio, no cumplía la normativa autonómica en lo que se refiere a distancias respecto a núcleos habitados, puntos de agua y otras instalaciones ganaderas.

Abadías replicó a la crítica de los responsables de La Barana según la cual el marido de la exalcaldesa Luz Gabás sí recibió permiso municipal para establecer un picadero. «En su caso, sí se cumplían todos los puntos de la normativa», aseguró. Aclaró que el esposo de la antigua regidora es uno de los socios que tiene la empresa que explota el centro ecuestre.

Los responsables de La Barana mantienen un pleito con el consistorio, al que acusan de que el cierre es fruto de una decisión «arbitraria» y de dejarlos «indefensos» al aplicar una medida radical antes de que se hayan pronunciado los tribunales de justicia.

Sin embargo, Abadías explicó que los responsables del citado centro ecuestre habían recibido varios avisos, desde que se instalaron en el 2013, de que el picadero no cumplía una serie de exigencias.

«Estuvieron abiertos desde el primer días sin contar con las oportunas licencias de actividad», señaló el alcalde de Benasque.