El jefe de la Oficina de Tráfico de la Policía Local de Zaragoza, Javier Valenzuela Recio, fue detenido ayer en su puesto de trabajo del cuartel de La Paz acusado de grabar a sus compañeras sin el consentimiento de ellas. La Policía Nacional encontró en su despacho varias cámaras colocadas en lugares estratégicos. El funcionario municipal --que no es policía-- con 28 años de servicio, fue puesto en libertad a media tarde tras prestar declaración y será llamado por el juzgado en los próximos días acusado de un delito contra el honor y la integridad moral.

La investigación se inició a raíz de las denuncias interpuestas por varias trabajadoras del negociado por supuestas prácticas irregulares del jefe de la oficina de tráfico, donde se tramitan todas la multas de circulación de la ciudad, ubicada en el cuartel de La Paz. Miembros de la Unidad de Familia y Mujeres (Ufam) de la Policía Nacional de Zaragoza se personaron ayer sobre las doce y media del mediodía en la oficina registrando el despacho de Valenzuela.

En el negociado trabajan una veintena de personas en tareas administrativas, ninguna de ellas es policía local y, desde hace unos años, hay también un grupo de la empresa Z+M, la encargada del servicio de estacionamiento regulado de Zaragoza (la zona azul y naranja), que colabora en la gestión de las denuncias de tráfico.

Allí fueron encontradas varias cámaras ubicadas en diversos lugares estratégicos, entre otros debajo de la mesa. Estaban situadas en un polígrafo, en un falso pendrive y en otros dispositivos electrónicos. La policía las requisó para analizar su contenido, así como el ordenador de trabajo que tenía en su despacho. Al parecer, el detenido colocaba una de esas cámaras en una papelera delante de su mesa con la que grababa a las compañeras que llevaban faldas, a las que llamaba para que se acercaran hasta su puesto. El hombre solía entrar a trabajar a las cinco de la mañana, dos horas antes de lo que estipula su horario.

EN LIBERTAD

El funcionario, casado y con hijos, fue trasladado sobre las tres de la tarde a los calabozos de la Ufam, en la plaza Huesca de Zaragoza. Allí prestó declaración hasta ser puesto en libertad cuatro horas después, a la espera de que sea citado a declarar por el juzgado número 12 de primera instancia de Zaragoza, que estaba de guardia.

Fuentes cercanas al negociado de tráfico comentaron que en los últimos meses existían algunas tensiones entre varias de las trabajadoras con Valenzuela, y que el detenido tiene fama de ser "muy exigente".

No obstante, desde el consistorio zaragozano abogaron ayer por ser prudentes y aguardar a conocer el contenido de una investigación que a nivel interno también se ha abierto. Destacan además la dilatada trayectoria de este empleado público cuyas funciones siempre han estado vinculadas a las que ahora realiza. Incluso desde antes de que el cuartel de la Policía Local se trasladara desde el centro de la ciudad, el de Palafox, al actual de La Paz. No consta ningún expediente disciplinario en sus casi tres décadas de servicio, aunque esperarán a conocer más datos de la investigación policial.