En tiempos de crisis, recortes de pensiones y paro acuciante, cualquier inversión es bienvenida. Más aún si palía, aunque sea en parte, ambos aspectos. Pues así lo hace la residencia de ancianos que abrirá en Valdespartera el año próximo, carta de presentación de la Fundación Agustina Zaragoza (Fundaz), que sin recurrir a subvenciones ha reunido los siete millones necesarios para el edificio, visiblemente avanzado. Serán 152 plazas a precios muy razonables y 70 puestos de trabajo para la ciudad. Todo un lujo en una zona necesitada de él, que previsiblemente funcionará dentro de un año.

Se trata del primer proyecto tangible de la Fundaz, pero la fundación no es una recién nacida. De hecho, lleva cuatro años en marcha, pergeñando proyectos que supongan una ayuda para la tercera edad aragonesa, principalmente, y a otros colectivos desfavorecidos. Su patronato, principal órgano de dirección, lo componen 14 miembros, entre ellos destacadas figuras de la sociedad aragonesa como su presidente, el general Juan Pinto (excomandante militar de Zaragoza y Teruel), Hipólito Gómez de las Roces (expresidente de la DGA), Teodoro Ríos (arquitecto mantenedor del Pilar) o Aurelio López de Hita, presidente de Cepyme. Recientemente se incorporaron Pilar Muro, presidenta del grupo Quirón y María López, vicepresidenta de la Cámara de Comercio.

Orígenes

La Fundaz trabaja --y trabajará-- en proyectos de amplio espectro social, pero no esconde que sus orígenes son militares, más bien lo muestra con orgullo. Como explica el presidente del patronato, el general Pinto, el antecedente de la fundación está en la residencia de viudas y huérfanos militares de la calle Capitán Esponera, que tras 60 años se había quedado obsoleta. "En el 2008 --recuerda Pinto-- nos planteamos dar un salto cualitativo y constituirnos en fundación para responder a distintos retos. Entre ellos, esta nueva residencia, que también servirá para atender A dependientes", explica.

Al núcleo castrense de la asociación se unieron personalidades destacadas de la esfera civil, y apoyados en el patrimonio de la asociación de viudas --el edificio de la residencia--, y un crédito bancario, comenzaron su actividad, ya desvinculados del pasado. Sus primeras acciones, calladas, han sido asegurar la manutención para los ocupantes, antes de instalarse en la nueva.

La instalación, en cualquier caso, no será su único proyecto. En un futuro próximo, cuando el geriátrico se asiente, pretenden levantar en la misma parcela --quedará espacio de sobra en el jardín-- un bloque de pisos tutelados, y gracias al fichaje de Pilar Muro, introducirse en el campo de la investigación (asistencial, no médica) para enfermedades propias de la tercera edad como el alzhéimer o la demencia senil, e incluso la prevención oncológica. "Sopesamos cada paso que damos, hay que reunir a importantes socios de viaje que tomen el proyecto como suyo", valora María López, otra de las incorporaciones que aportarán su saber .

El avance de estos proyectos puede seguir a través de la página web de la fundación,www.fundaz.org, donde en su momento se podrá solicitar empleo o una plaza en la residencia. De momento, sus patronos se muestran orgullosos de su primer paso. "Realizar este proyecto solo con recursos propios nos hace sentir jóvenes emprendedores. Quizá no lo parezcamos, por edad, pero así lo sentimos", asegura el gerente, Ángel Cayón.