El Ayuntamiento de Zaragoza debería "contratar al menos a un centenar de personas de forma urgente". Así lo estiman los representantes de la junta de personal al analizar la situación en la que ha desembocado la congelación del personal municipal en los últimos cuatro años. Y en los cinco que ya han pasado desde que finalizara el plazo fijado para la oferta pública de empleo 2006-2009. Por eso, aunque el Gobierno de la ciudad quiera sellar un compromiso para, como adelantó ayer EL PERIÓDICO, realizar unas 500 nuevas contrataciones entre el 2015 y el 2018, hay puestos clave que están sufriendo una merma excesiva a la que hay que poner coto "cuanto antes".

Así lo aseguró el presidente de la junta de personal, Roberto Tordesillas, quien estimó que "prácticamente todos los servicios que se prestan en contacto directo con el ciudadano necesitan incrementarse en un 10%". Es el caso, por ejemplo, del mantenimiento en los colegios públicos, donde hay unos 150 empleados municipales y "harían falta por lo menos 20 más". Ni siquiera es la cifra de vacantes que se han generado en el servicio, 44 en total, pero sí las necesarias para prestar una atención más digna y hacer más flexible el trabajo. Y es que "ahora la insuficiencia es tal que cualquier baja por enfermedad o imprevisto hace que se desatiendan algunas funciones. O que los trabajadores ya no sepan una semana qué horario van a tener el lunes siguiente".

RIGIDEZ

El mismo caso se produce en instalaciones deportivas, o en centros cívicos o en otros tantos equipamientos donde el número de trabajadores, tras años asumiendo las jubilaciones que se producen sin que se produzcan nuevas contrataciones, están conllevando a la misma rigidez en la organización y defiencia en la calidad del servicio que se presta al usuario.

De especial relevancia es lo que sucede, por ejemplo, en los centros municipales de servicios sociales, a los que acuden las familias más necesitadas en busca de ayuda de la Administración local, la primera puerta a la que llaman. Las mismas circunstancias con jubilaciones acumuladas y una plantilla congelada en "unos 150 trabajadores" desde hace años que, en su caso, se ve agravada por el incremento tan brutal que se ha experimentado en el número de peticiones que se reciben. El ayuntamiento ha lamentado en reiteradas ocasiones que los retrasos de la DGA, sobre todo en la tramitación del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI), han provocado que la cuantía que se destina a las ayudas urgentes se ha duplicado en esta legislatura, que las solicitudes se han disparado, pero pocas veces ha reflexionado sobre el aumento de la ratio de casos que atiende cada trabajador.

Aunque, al menos en el último ejercicio, los 700.000 euros adicionales introducidos en el presupuesto municipal han servido para realizar nuevas contrataciones con las que cubrir las bajas de larga duración. "Aún así, hace falta aumentar la plantilla hasta en un 15%", apuntó Tordesillas, entre 15 y 25 empleados nuevos.

En la conservación de infraestructuras, el año pasado se acordó abandonar las contrataciones externas con empresas que prestaran servicio de viernes a domingo --cobraban por estar disponibles y por las horas trabajadas-- para que se asumiera con recursos propios. Estos eran más de 100 trabajadores hace cuatro años, ahora solo 80.

Algo similar pasa con la conservación y reparaciones que surgen en los más de 400 equipamientos de Zaragoza, que actúan con "como mínimo tres personas menos de lo que sería necesario". Por eso piden actuar con urgencia.