Varios miembros de la plataforma Stop Gran Scala denunciaron ayer un exceso en las medidas de control de acceso al Parlamento autonómico, al que iban a asistir para ver desde la tribuna del público el debate sobre la Ley de Centros de Ocio de Alta Capacidad. "A mí me han obligado a desnudarme de cintura para arriba y a quitarme una camiseta con un lema en defensa de las montañas", señaló José Luis Martínez, portavoz de la organización.

Invitados por IU y CHA, trece representantes de la plataforma tenían previsto asistir al debate de la llamada ley de Gran Scala, pero en el control de acceso a las Cortes, según garantizaron, fueron obligados a desprenderse de camisetas, pins, chapas o papeles, no solo alusivos al proyecto, sino también con otros lemas militantes. Esos objetos les fueron "requisados" y devueltos con posterioridad, cuando salieron a la calle a la vista de que el debate de la ley no iba a producirse en la sesión de la mañana.

"Han sido unas medidas un poco histéricas. Y resulta chocante un tratamiento tan drástico en el control a camisetas o pegatinas cuando los propios letrados de las Cortes llaman la atención sobre los tintes anticonstitucionales de la ley", aseguró Martínez. También añadió que las trece invitaciones iniciales se habían reducido a cinco.

Fuentes oficiales de las Cortes indicaron que con estas medidas se quiso evitar que se introdujeran en la Cámara pancartas o carteles con pronunciamientos políticos y señalaron que la reducción de invitaciones (correspondían cinco, pero se amplió el número) se debió al incumplimiento del acuerdo previo de que no habría protestas en el hemiciclo (y las pancartas parecían sugerir que iba a suceder lo contrario).