El nuevo equipo de a gobierno de Zaragoza en Común reestructurará el Observatorio de las Contratas para que tenga un papel ejecutivo en la gestión y no sea solo un organismo de consulta como hasta ahora. De este modo, el observatorio, que ahora depende directamente de Alcaldía, podría centralizar toda la labor inspectora del consistorio. Porque las tareas de vigilancia de las empresas se van a reforzar con el máximo "rigor", llegando a "rescindir" contratos si se detectan incumplimientos graves.

Lo anunció ayer el responsable del organismo, Alberto Cubero, que se reunió con la plataforma de las contratas municipales junto con el alcalde Pedro Santisteve, en una primera línea de contacto en la que se abordó también unas de las principales líneas programáticas de Zaragoza en Común: la remunicipalización de las contratas.

De momento, aún sin plazos, dado que se esperarán los resultados de un estudio técnico, jurídico y económico y se estudiará caso por caso. Por ahora ya se ha dado orden, como adelantó este diario, de paralizar la adjudicación del 010, un servicio con una quincena de empleados y que el consistorio está estudiando remunicipalizar con la contratación de estos trabajadores.

Todavía no hay decisiones tomadas en este sentido, pero sí está clara la vocación del nuevo equipo de Gobierno municipal en reforzar el observatorio de la contratación, un organismo que se creo el pasado mandato a instancias de IU para abrir vías de información con los trabajadores. "Ahora debe tener carácter ejecutivo, tanto en la elaboración de pliegos sociales y en garantizar el cumplimiento de las cláusulas que mejoren la situación de los trabajadores, pero también en reforzar los servicios de inspección", indicó Cubero.

Aunque se están valorando todas las opciones, el observatorio podría recentralizar los servicios de inspección, de modo que pudiera coordinarlos todos, así como seguir canalizando las sugerencias de los trabajadores. Y eso, admitió Cubero, requerirá "más recursos humanos y materiales" para poder ser "rigurosos" con los "incumplimientos de las contratas", a las que además se va a auditar la actividad de los últimos cinco años.

La reunión de ayer fue, de hecho, simbólica, como así dejó entrever tanto el alcalde, quien defendió "evitar la pérdida de los derechos de los trabajadores", como el propio Cubero, que dejó claro que no se han reunido con las empresas porque "la prioridad" han sido los trabajadores de las contratas. Fue el propio alcalde, de hecho, quien bajó a recibir a los representantes de los trabajadores.

Su portavoz Pablo Monge destacó la "buena sintonía" con el equipo de Gobierno municipal, sobre todo por sus "planteamientos serios" de remunicipalización de los servicio, lo que supondría, a su juicio, tanto el "abaratamiento" de los mismos como un incremento de su calidad.