Después de cuatro horas de negociación, la junta de portavoces del Ayuntamiento de Zaragoza, cuyo objetivo era negociar las reglas que regirán la corporación y que se establecerán el próximo 10 de julio en el pleno de estructura, no ha dado ningún fruto. A pesar de que todos los representantes acudían a la cita con voluntad de adoptar acuerdos, la cantidad de temas en la agenda del día y la intención de tantear el nuevo terreno desembocó en una junta lenta y sin ningún tipo de acuerdo en firme.

La única cuestión que sí quedó clara es que Ciudadanos contará con tres despachos más del que ya ocupaba en la planta primera. Será de forma provisional y hasta que las reglas del juego estén consensuadas, aunque sí que está prevista una reorganización más equitativa que la anterior, donde el PP con 15 concejales disponía de 400 metros cuadrados de dependencias, mientras que el resto de grupos tenía unos 175. Por el momento, lo único que se consensuó ayer fue que ninguno de los portavoces hará público el resultado de las negociaciones hasta que no sea definitivo "para evitar interferencias".

Estuvieron presentes todos los portavoces, Pablo Muñoz (ZeC), Carlos Pérez (PSOE), Juan Martín (CHA), Sara Fernández (Ciudadanos), a excepción de Eloy Suárez (PP), que llegó tarde, entró en la sala y tras hacerse unas fotos delegó en Jorge Azcón.

Como estaba previsto, se puso sobre la mesa el tema de las comisiones --tanto el número como el voto ponderado-- y la estructura de las sociedades y patronatos municipales. La falta de acuerdo, según fuentes consultadas, radica en que algunos grupos consideran que son necesarios informes preceptivos para poder llevar a cabo algunas propuestas que dependen de un componente jurídico. Otros, en cambio, confían en la "voluntad política y en la búsqueda de mecanismos".

En cuanto a las comisiones plenarias, Zaragoza en Común (ZeC) defiende el modelo de una comisión por área, algo que limitaría el control por parte de la oposición, por lo que el debate continuará el viernes a las 11.30 horas, cita fijada para la próxima junta.

La participación de ediles de la oposición o personas no electas en sociedades y patronatos municipales también quedó en el aire, aunque los grupos consideran que es un compromiso del alcalde que debería cumplir. Tampoco se ahondó en el papel que tendrán ahora los plenos, ya que algunos grupos demandan dos sesiones al mes para dotarlos de una mayor importancia en un Gobierno en minoría.

Un punto crucial de la negociación que se quedó sin tratar ayer por "estar al final de la agenda del día" fue la reducción del número de asesores y el recorte de salarios, un compromiso que el alcalde ha llevado por bandera.