El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) se enfrentará en solitario a las negociaciones que, en el plazo de un mes, debe resolver con la constructora Brial para intentar salvaguardar de la demolición las naves no catalogadas de Averly. Ayer, en el pleno, se enzarzó de nuevo con PSOE y Ciudadanos (C's) a propósito de dos mociones presentadas por estos que interpretó como un lavado de imagen después de frustrar la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) "legal y perfectamente posible" que habría impedido la concesión de la licencia de derribo. En ellas, la principal conclusión que se extrajo es que, con los votos de ZeC y CHA, estas conversaciones ni serán públicas ni tendrán a representantes de todos los grupos municipales sentados a la mesa.

Todo lo demás en el debate municipal fue más de lo mismo. ZeC reprochó al PSOE especialmente su "mala conciencia" por no hacer lo posible para proteger esta joya del patrimonio de la ciudad, mientras todos los partidos, de una manera u otra, le reprocharon su "incapacidad" para llegar a acuerdos, con la oposición y con la empresa. O de armar "el peor expediente de la historia de Urbanismo", como le llegó a recriminar la concejala socialista Lola Ranera. Con el PP de fondo reiterando que "hay que cumplir la ley" y rechazando que el Gobierno quiera "negociar a lo comunista".

Se refería a la sospecha de que se pueda llegar a tirar de talonario para expropiar la factoría y destinar dinero público a cumplir un objetivo de su programa electoral. "¿Cuánto nos gastaremos: cuatro millones pagando el suelo, ocho con toda la propiedad o 20 con la rehabilitación de todo?", le preguntó el edil conservador Pedro Navarro a un Pablo Muñoz que admitió que es la oposición la que le ha dejado "con las manos atadas" para negociar con Brial, "con tres grupos apoyando a la propiedad y con la licencia de derribo concedida".

ZeC necesitaba apoyos entonces y ahora son estos grupos municipales los que lamentan su tardanza --insisten en que ha apurado los plazos y que ha tratado de solucionarlo in extremis--, y los que le piden a la vez que llegue a un buen acuerdo en esa negociación o fracase en solitario. De hecho, Ranera le advirtió que su partido no respaldará ninguna permuta de suelo "sin una equivalencia económica".

"Usted se dedica a inventar fórmulas de legalidad para que los grupos le demos un cheque en blanco", afirmó la edila, "cuando la única manera es dialogar", no la expropiación como peaje por "ser incapaz de llegar a acuerdos con la propiedad". "Si no entiende la solución, estudie", le replicó Muñoz. "Ha perdido intelectualmente el debate de Averly", respondió Ranera.