La crisis ferroviaria que se vivió ayer en todas las estaciones del corredor Madrid-Barcelona tuvo uno de sus momentos más curiosos en la estación de Delicias de Zaragoza. El presidente de la compañía, Pablo Vázquez, se encontraba en uno de los trenes con destino a Barcelona que se vieron obligados a hacer una parada forzosa a mitad del camino durante varias horas. Le acompañaba un séquito con diversos altos cargos de la empresa. En el tiempo que pasó detenido en la estación aprovechó para lanzar un mensaje de apoyo y confianza por la megafonía del convoy para calmar los ánimos de los viajeros que se encontraban en su misma situación.

Un grupo de discapacitados que viajaban en dirección a Torremolinos para iniciar sus vacaciones recibieron una atención especial por parte de los trabajadores de Adif en Zaragoza. En un primer momento iban a ser recolocados en un tren que partía con rumbo a Sevilla sobre las diez de la mañana, pero decidieron retrasar su partida hasta encontrar un convoy más adecuado debido a la aglomeración y descontrol de asientos que había en el interior del tren.