Una veintena de alcaldes de las comarcas de Monegros y la Hoya de Huesca y representantes de los sindicatos agrarios informaron ayer de los graves daños causados en caminos y cosechas por la violenta tormenta de agua y viento registrada el pasado lunes. Alrededor de 7.000 hectáreas de cultivos, roturas de conducciones de agua y afecciones a los caminos rurales por caída de árboles e inundaciones son algunas de las afecciones de las que dieron cuenta ayer los afectados a la subdelegada del Gobierno en Huesca, Isabel Blasco, en una reunión a la que también acudieron el delegado del Gobierno aragonés en la provincia, José Luis Abad, y representantes de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Protección Civil y Guardia Civil.

Los representantes institucionales constataron por boca de los alcaldes que se llegaron a registrar durante la tormenta tornados y rachas de viento de hasta 130 kilómetros por hora, lo que provocó la caída de árboles sobre carreteras y caminos de acceso a campos y núcleos poblaciones y el derribo de un tendido eléctrico. Además, el pedrisco dañó 7.000 hectáreas entre los Monegros y la Hoya de Huesca.

El secretario general de UAGA, José Manuel Penella, y el representante de Asaja, José Fernando Luna, incidieron en la necesidad, tras la acumulación de tormentas registradas, de acelerar los tiempos de Agroseguro en peritar y pagar las indemnizaciones a los afectados.

Luna reivindicó, además, mejoras en las condiciones y coberturas de los seguros a fin de que sean «reales y asequibles para todo el mundo». Penella destacó que las estimaciones de Agroseguro apuntan a unas 7.000 hectáreas afectadas en Monegros y la Hoya por la tormenta del lunes, a las que sumó otras 7.500 por en zonas de la provincia de Zaragoza. Añadió que la «excepcionalidad y singularidad» de la meteorología registrada en el actual año agrícola ha provocado daños a 200.000 hectáreas en Aragón, 86.000 de ellas por pedrisco.

Como portavoz de los alcaldes, el primer edil de Almuniente, Joaquín Monesma, reivindicó ayudas pero insistió en que los municipios necesitan de permisos urgentes de las administraciones para actuar en caminos y carreteras en los que existe el riesgo de caída de árboles u otro tipo de afecciones. También explicó que los vecinos de estas poblaciones se han implicado de forma voluntaria en limpiar las vías, pero insistió en la necesidad de volver a actuar en estos tramos a fin de garantizar la seguridad.

La subdelegada explicó que uno de los «puntos a valorar» tras la acumulación de tormentas con afecciones es el «techo de gasto» que impide a los municipios actuar. Subrayó que «lo más importantes es que se vea desde Madrid cómo se puede trabajar para que los ayuntamientos o el Gobierno aragonés puedan liberar ese dinero que se tiene, pero no sirve más que para que este ahí». Igualmente, se sumó a la petición de los sindicatos a favor de la mejora de los caminos rurales y de las condiciones y celeridad de los seguros. Sobre los plazos para las ayudas que los consistorios barajan pedir a la administración central, afirmó que no se podía comprometer «a hablar de plazos, pero sí a ser pesada».