El plazo que se abre ahora permite las alegaciones de colectivos y particulares que quieran aportar sus propuestas de un documento que, por otra parte, nació hace más de un año con un amplio proceso participativo en el que intervino toda la comunidad educativa. Dos de los principales sindicatos, UGT y CCOO, hicieron ayer sus primeras valoraciones al contenido del anteproyecto. Así, para Gloria Pardillos, de UGT, destacó "el gran paralelismo" entre el debate previo y las conclusiones, así como que la norma "recoge gran parte de los proyectos puestos ya en marcha". Sin entrar a valorar ni negativa ni positivamente la ley, sí aseguró que debe haber "un acuerdo sociolaboral" recogido en el articulado. Por su parte, Manolo Martínez (CCOO) indicó que "la música de fondo suena bien" entre otras cuestiones por el impulso "a la escuela rural y la carrera profesional". Como notas negativas, Martínez considera "insuficiente el tratamiento de la orientación" y que no se mencionen las ratios (el número de plazas por aula).

AUTONOMÍA DE CENTRO: Una de las cuestiones que abarca también el anteproyecto de forma novedosa es la competencia que tendrá cada centro dentro del sistema educativo. Así, cada centro tendrá capacidad para elaborar planes y proyectos educativos, un régimen de funcionamiento propio y flexible "que se adapte a las demandas del entorno socioeconómico", capacidad de "cooperar con entidades públicas y privadas del entorno" y autonomía en la gestión económica "de acuerdo con las normas presupuestarias de contratación de las administraciones públicas".