El Ayuntamiento de Zaragoza continuará regando los parques y jardines de la ciudad y limpiando las calles y aceras con el agua procedente en un 90% del acuífero y alrededor del 10% de la propia red de distribución urbana. Los altos costes, económicos pero también ambientales, que supondría utilizar las aguas residuales depuradas han obligado al consistorio a aplazar la medida incluida en la contrata actual de FCC y que daba respuesta a lo establecido en la ordenanza municipal del agua o el propio Plan de Mejora de la Gestión del Agua 2012-2019.

A cambio, sí que se van introduciendo medidas de eficiencia ligadas con la automatización, la regulación de frecuencias y horarios de riego --para evitar por ejemplo la evaporación-- o la plantación de determinados tipos de césped y especies autóctonas.

Sin embargo, las reticencias por la falta de recursos hídricos alternativos surgen desde diferentes sectores sobre todo en épocas de estiajes como ésta. Y es que mientras los caudales de los ríos se vuelven escasos y las reservas en pantanos obligan a restricciones tanto a regantes como usuarios, Zaragoza continúa captando del freático porque, de momento, no se plantea otra opción.

EL COSTE Ante la pregunta formulada por el PP de por qué FCC no utiliza aguas depuradas para los baldeos, la concejal Lola Campos les recordó que la actual normativa exige un nivel de calidad para este uso que en estos momentos no genera la actual instalación de La Cartuja, por lo que sería necesario construir una pequeña planta de regeneración del agua depurada.

Además, la distribución se haría mediante un sistema de transporte en cisternas. "El ahorro sería de 370.000 metros cúbicos al año, pero a un coste de 1,045 millones de euros. Lo que equivaldría a 2,81 euros por cada metro cúbico de agua reutilizada", apuntó.

Eso, afirmó la concejala, sin olvidar el coste ambiental generado como consecuencia del tráfico de cisternas, equivalente a la emisión de 364.000 kilogramos de CO2 al año.

HIPÓTESIS Pero, ¿qué pasaría si faltase agua en los pozos subterráneos o se aprobaran, por ejemplo, reducciones a las captaciones en el sistema de Canal Imperial como consecuencia de la sequía?

"Nunca hasta ahora se ha prohibido el uso del agua para el riego urbano por parte del sistema del Canal Imperial. Y este año, creo que es muy improbable que esto suceda, aunque dependerá de los meses que dure esta sequía. Ahora bien, aunque no se nos pidan restricciones, el ayuntamiento ya las aplica automáticamente en estos periodos, porque la ciudad debe colaborar en semejante situación de escasez", contesta el jefe de Parques y Jardines, José Luis Alonso.

Alonso asegura que de aprobarse "un 20 o un 30% menos de agua, los árboles aguantarían y el césped sufriría pero no desaparecería. Pero si no se riega durante dos o tres meses, solo sobrevivirían los árboles".

No obstante, el propio ayuntamiento es consciente de la necesidad de hacer más sostenible la gestión de estos usos del agua. En la feria Smagua, Zinnae (Zaragoza Innova en Agua y Energía), el clúster urbano para la gestión eficiente del agua anunció el primer parque Zero en Zaragoza, que posiblemente se ponga en marcha este verano.