A China se va por Zaragoza. España quiere mantener el paso firme con el que transita por las ventanas FIBA y dar un paso de gigante hacia su gran objetivo, estar en el Mundial que organizará en el 2019 el gigante asiático. Zaragoza se presenta como un lugar clave para ello porque hoy puede dar un paso definitivo en el Príncipe Felipe. Una victoria frente a Montenegro (19.00 horas, Cuatro) le garantizará la clasificación matemática para la siguiente fase y le permitirá hacerlo además con un buen bagaje acumulado. De los actuales cuatro equipos de cada grupo se clasifican los tres primeros, que pasarán a una segunda fase en la que habrá dos grupos de seis de los que se clasificarán para China los tres primeros.

Por si eso fuera poco hay otros alicientes para el público zaragozano que, como siempre, respondió desde bien pronto con la compra de entradas y que hoy prácticamente llenará el pabellón. Zaragoza verá a su mayor hijo pródigo del mundo del baloncesto, Rodrigo San Miguel, vestir la camiseta de España, culminando así una larga y trabajada carrera que dio sus primeros pasos en el patio del Azúa y en las canchas de Calasancio y que ha mantenido vivo en lo más alto el espíritu del baloncesto aragonés. Además, el público verá a otros conocidos como Jonathan Barreiro, y a viejos amigos como Quino Colom y Pablo Aguilar.

España llega con los deberes hechos, líder del grupo A con un impoluto 3-0. Este equipo mirado con recelo al principio, sin las estrellas de la NBA ni de la Euroliga, sin los jugadores que han mantenido a España en el podio la última década, ha hecho su trabajo con una dedicación, un compromiso y una eficacia dignas de elogio. La selección tiene muy cerca su objetivo principal y no quiere dejarlo a medias. Ya ha ganado a sus tres rivales del grupo, incluida la propia Montenegro en el primer encuentro, y no quiere descuidarse para sellar su pase hoy mismo y afrontar la tercera ventana de finales de junio con mayor tranquilidad.

DOS CAMBIOS

Sergio Scariolo advirtió nada más llegar a Zaragoza que esperan un partido complicado y que han de estar preparados para cualquier escenario, incluido otro final igualado como el que vivieron el viernes en Minsk pese a haber tenido encauzado el encuentro. Montenegro, que se presenta a la cita con un balance de 1-2, perdió el viernes contra Eslovenia después de pelear hasta los instantes finales. Scariolo ha introducido dos cambios para este encuentro dentro de la plantilla de 16 jugadores con la que ha trabajado en esta segunda ventana. Han salido de la lista Vicedo y López-Aróstegui y entran el jugador del Tecnyconta Jonathan Barreiro y Víctor Arteaga. Barreiro verá premiado así su trabajo con la selección, ya que ha participado en la preparacón de los tres partidos anteriores pero hasta ahora no ha podido disputar ninguno. El otro jugador del Tecnyconta, Álex Suárez, se quedó fuera.

Montenegro también ha introducido tres cambios en su roster en busca de una mayor experiencia y consistencia que le permita seguir peleando por la clasificación. Aunque Bielorrusia ha quedado descolgada al perder todos los partidos, aquí nadie se fía de nadie. «Será muy importante estar concentrados desde el inicio y no dejarse llevar, porque nosotros sumamos tres victorias y ellos solo una. En el primer partido contra ellos estuvimos muy bien y por eso conseguimos la victoria pero este va a ser muy complicado porque están necesitados de triunfos y lo van a intentar hasta el final, así que habrá que ponerse la pilas porque ya vimos con Bielorrusia que nadie se deja ganar fácil», señaló Xavi Rabaseda.

DIFERENTE PERO IGUAL

El alero del Gran Canaria opinó también que España es superior a Montenegro, añadiendo que eso no sirve de nada si no se demuestra en la pista. Los jugadores esperan un partido complicado y diferente al primero que disputaron el Podgorica, aunque confían en que se parezca en el algo, en el resultado, un triunfo que garantizaría su objetivo. «Va a ser un partido muy complicado. Montenegro tiene muy buen equipo y nosotros tenemos que estar muy bien atrás y delante hacer las cosas mejor que el último partido. Si no les dejamos jugar cómodo seguro que podemos ganar», indicó Jaime Fernández.

Tener el objetivo tan cerca, al alcance de la mano, supone más motivación que presión, al menos para un grupo que ha tenido que soportar no solo aquello sino también el recelo y la sospecha. «Presión y nerviosismo lo hemos tenido desde el primer día, no es nada nuevo. Sabemos que el objetivo es la clasificación y vamos a luchar por ello hasta el final», añadió Fernández. España se lo ha ganado a pulso. Hoy tiene la oportunidad de sellar su clasificación. Y juega en casa.