Fan de Michael Jackson, aficionado a la música y con buena voz, lleva tatuada su vida en la piel y le gusta lucirla en Instagram. Así se muestra Rolf Feltscher fuera de los terrenos de juego, donde ha destacado por exhibir músculo al más puro estilo Cristiano Ronaldo y ganarse así reportajes en la prensa sudamericana, por entonar el último villancico del Getafe (una versión del Last Christmas) o por cantar y pasear por diferentes países con su hija pequeña, su gran pasión en la vida después del fútbol. En Instagram se le puede ver cantando en el cumpleaños de un amigo, en un atasco o junto a su hija, siempre con buenos resultados.

Rolf Günther Feltscher Martínez, el último fichaje del Zaragoza que será presentado hoy a las 13.00, nació hace 26 años en Bülach, Suiza, y se crió en el país europeo salvo un paréntesis entre 1997 y 1999 en el que vivió en Venezuela. Es hijo de padre suizo, Hans Felstcher, y de madre venezolana, Zaida Martínez y de pequeño no le gustaba su nombre. «A mí realmente de niño no me gustaba el nombre porque era un nombre suizo», explicaba hace un tiempo. Tiene pasaporte helvético y vinotinto, pero también lo tiene italiano. Su madre se casó en segundas nupcias con el italiano Paolo Desole. Su hermano Frank Felstcher también es futbolista y su hermanastro Mattia Elia Desole pertenece al Milan aunque juega cedido en Suiza. Rolf fue internacional con su país natal hasta la categoría sub-21, hasta que los dos hermanos recibieron la llamada de la selección absoluta venezolana. Y la aceptaron. Rolf ha jugado 16 partidos con la vinotinto.

La familia es un pilar fundamental en la vida de Rolf Feltscher. Él lleva tatuada en el brazo izquierdo la cara de su hermano y Frank lleva impresa la suya. La mano de su hija pequeña estará para siempre en su mano derecha y su nombre (Kim) junto con un corazón, en la parte interna de los dedos. Ambos hermanos llevan también tatuado el nombre de Venezuela, un país al que siempre se han sentido muy unidos. Su madre les preparaba comida venezolana y les inculcaba la cultura de su país de origen.

Rolf y Frank se han mostrado siempre muy unidos, igual que con su madre. «Es la persona más importante de mi vida», aseguraba el zaragocista antes del nacimiento de su hija. «Sin mi mamá seguramente hubiese podido terminar como malandro. Nosotros éramos muy callejeros, pasábamos tiempo con los delincuentes. Eran los típicos amigos nuestros, y si no fuese por mi mamá tal vez hubiese terminado mal», aseguraba Frank. Rolf ha jugado en Suiza, Italia, Alemania y ahora prueba suerte en España, cedido en el Real Zaragoza.