Un sorteo explosivo. Explosivo para el Barcelona porque le tocó medirse en los octavos de final de la Champions al Chelsea de Antonio Conte, el actual campeón de la Premier. Explosivo además porque el Madrid, el actual dueño del trono europeo, tiene que enfrentarse al Paris SG de Neymar, Mbappe y Cavani. El Sevilla, por su parte, tiene que viajar a Old Trafford para dirimir su suerte europea con el Manchester United de Mourinho, dolido aún por la derrota ante el City en la Premier.

Sabía el Barça que había un 43.8% de posibilidades de que le tocara el Chelsea. Y la mano de Xabi Alonso, el exjugador de la Real Sociedad, Liverpool, Madrid y Bayern Múnich, certificó ese emparejamiento con el club de Roman Abramovich, que anda ahora perdido en una estéril persecución contra el City. Está el Chelsea a 14 puntos del equipo de Guardiola en la liga inglesa.

Curiosamente, Unai Emery, el actual entrenador del Paris SG, nunca ha ganado en sus nueve visitas al Bernabéu, encajando ocho derrotas y solo alcanzando un empate. Pero nunca había tenido Emery en sus manos un equipo de tanto potencial como el Paris SG, obligado a ganar la Champions después de contratar por 222 millones de euros a Neymar convirtiéndolo en el fichaje más caro de la historia.

"Es un equipo muy, muy peligroso, que nos exigirá al máximo. Tampoco para ellos habrá sido un buen sorteo", contó Emilio Butragueño, el director de relaciones institucionales del club blanco. "Neymar ya es un jugador consagrado y Mbappe ya está aportando mucho. Pero no podemos olvidar que este equipo ha ganado tres Ligas de Campeones", explicó el Buitre.