El consejero municipal de Urbanismo y Sostenibilidad, Pablo Muñoz, respondió ayer a la petición de ayuda solicitada desde el Real Zaragoza señalando que el nuevo estadio "no es prioritario" y que el Ayuntamiento "no tiene dinero" para sufragarlo. "Somos conscientes de la difícil situación del club, provocada por un fracaso deportivo que ha puesto en peligro el proyecto y, por lo tanto, entendemos que esa es la prioridad, reconfigurar el proyecto deportivo lo antes posible".

Respecto a La Romareda indicó que su remodelación "no es algo que pueda ayudar a corto plazo a la situación deportiva" y que, al contrario, "desvía la atención sobre la reestructuración deportiva del proyecto que se tiene que dar". Igualmente opinó que vincular el futuro deportivo del Real Zaragoza a la remodelación del estadio es "una equivocación". "El último proyecto redactado en ese emplazamiento costaba 70 millones de euros y hoy la ciudad no los tiene y no es una prioridad. El ayuntamiento tiene que volcar todo su esfuerzo en resolver la emergencia social y cubrir las necesidades básicas de las personas", destacó.

Muñoz se mostró dispuesto a seguir manteniendo encuentros sobre la base de varias premisas. La primera es que la remodelación de La Romareda "no es una prioridad en la actual situación económica y política" y que, por tanto, el Ayuntamiento actuará en la conservación y mantenimiento del estadio y en la garantía de un estado mínimo que permita su uso. La segunda sería que, si se opta por una remodelación integral del estadio, debe ser sufragada por la Sociedad Anónima Deportiva, con la colaboración necesaria de la Federación Española de Fútbol y la implicación de otras administraciones como la DGA. La tercera sería que la solución debe ser "a largo plazo para generar estabilidad y una solución definitiva para la ciudad y para el Zaragoza".

Así, se propone un uso compartido, de manera que el ayuntamiento pueda autorizar otros usos (a otras entidades, clubs de fútbol femenino, de otras categorías u otros eventos) que no afecten al uso principal, pidiéndole al Real Zaragoza un esfuerzo por habilitar "un modelo que permita compartir el uso".

CESIÓN A 75 AÑOS Igualmente se indicó que el expediente de otorgar una concesión administrativa a 75 años está "políticamente cerrado". Era un expediente "en el que no se conocía quién afrontaba el importe de una costosa remodelación del campo, en mitad de un proceso concursal y, por tanto, con el riesgo de que la ciudad perdiera el control del estadio durante 75 años sin tener ninguna garantía". "Si hay que buscar una nueva vía, pasará por aclarar previamente en qué debe consistir la remodelación, cuál es su coste, quién debe sufragarla, qué ingresos puede generar y quién debe recibir esos ingresos, además de, evidentemente, aclarar primero el proyecto y las necesidades deportivas a corto o medio plazo, para poder diseñar un estadio acorde a ellas".

Pablo Híjar, concejal de deportes, estuvo en sintonía con Muñoz. "Sería un error vincular la continuidad del club a la reforma de La Romareda, que desde luego presenta muchas aristas que pulir. El problema no es La Romareda, el problema es no estar en Primera".

Por último, el presidente de Aragón, Javier Lambán, se mostró abierto al diálogo para buscar soluciones a la "delicada" situación del club, aunque "quien más puede hacer" es el Ayuntamiento de Zaragoza "despejando algunas incógnitas" sobre compromisos de dirigentes municipales de épocas anteriores que, "actuando con honestidad y rectitud", habían adquirido y que el actual equipo de Zaragoza en Común "ha incumplido", en referencia al expediente.