La fusión entre IDC Salud y Quirón, que dio como resultado el pasado mes de junio al mayor grupo hospitalario privado de España y uno de los más importantes de Europa, afronta la segunda fase de su reestructuración como nueva compañía. Tras la adquisición del 100% de las acciones de la firma sanitaria aragonesa por parte del fondo británico CVC (dueño de IDC), y una vez formados los acuerdos de la integración, en los próximos meses una auditora externa realizará la valoración de la nueva compañía resultante y, antes del verano, la familia Cordón volverá a entrar en la propiedad y "recomprará" un paquete de títulos, ya que actualmente no figura en el accionariado.

Estos son los pasos "habituales" a seguir dentro de una operación de estas características, según detalló ayer a este diario María Cordón, consejera delegada de Quirón y copresidenta del nuevo grupo --que mantendrá el nombre de la firma aragonesa-- junto con Víctor Madera, principal ejecutivo de IDC Salud. Cordón reconoció que el porcentaje de acciones será "inferior" al 39% que suponía en el momento de la fusión "porque la compañía ha crecido tanto que con el mismo dinero toca un trozo más pequeño de una tarta más grande", argumentó Cordón, si bien tendrá un "peso significativo". "Estamos muy contentos con la operación y queremos seguir muy presentes tanto a nivel de gestión como accionarial", añadió Cordón, quien avanzó que su madre, Pilar Muro, presidenta de honor del grupo, pilotará la fusión de las fundaciones de ambas compañías.